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Así es Neomente, la startup fundada por argentinos que creó un nuevo estándar para mejorar tratamientos de salud mental

26 Febrero de 2024 06.56

Pablo Wahnon

Gabriela Nielsen y Ariel Yahia desarrollaron junto a especialistas un sistema que reúne todo el expertise de diversas disciplinas y los últimos adelantos en farmacogenómica para que los psiquiatras puedan tener un mejor resultado en sus tratamientos.

Por diferentes razones muchas veces el cerebro pierde su balance químico. Es a partir de ese momento donde diversas situaciones de salud mental aparecen y los psiquiatras disponen de un cóctel farmacológico para que el paciente pueda volver a un estado de equilibrio. Pero la empresa no es fácil, el cerebro es complejo y los fármacos muchas veces se cruzan con otros que el paciente ya toma por condiciones crónicas como diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer entre otras. 

Los psiquiatras se encuentran ante una complejidad creciente para decidir entre las líneas de tratamiento disponibles y a la vez entender en profundidad cada paciente, su historia y sus particularidades clínicas.  Si bien el psiquiatra tiene el expertise para decidir y seguir un tratamiento hay un Big Data que es necesario conocer para la toma de las mejores decisiones y no es nada fácil de conseguir. El ensayo y error entonces es en la mayoría de los casos la única alternativa. Este es el problema que intenta atacar Neomente, una nueva startup creada en argentina que puede tener impacto global.

Gabriela Nielsen es Médica Psiquiatra, Master en Neurociencias y Trastornos Afectivos de la Universidad de Maastricht, Países Bajos. Dicta un postgrado en la universidad de Favaloro sobre farmacogenómica que es el único de su especie en la región. Tener esa visión holística la motivó a buscar desarrollar una herramienta informática que le permita a los psiquiatras poder realizar sus diagnósticos con mejor precisión o encontrar alternativas cuando el caso no avanza. Junto a Ariel Yahia que es ingeniero se decidieron por crear un sistema informático junto a un equipo de especialistas. 

De entrada se decidieron por un modelo B2B esto es que el usuario del sistema será el psiquiatra y no el paciente.

Ariel Yahai de Neomente
Ariel Yahai fundador de Neomente

“Ya habíamos visto algunas experiencias dónde por ejemplo un paciente recibía un resultado genético y a partir de eso dejaba de tomar su psicofármaco porque interpretaba que lo metabolizaba mal, y eso puede inducir a temas complejos como el suicidio. Se trata de medicamentos en los que se debe tener cuidado tanto para tomarlos o dejarlos de tomar y todo ese proceso tiene que estar acompaño por un psiquiatra”, resalta Yahia

Lo primero que tuvieron que definir es sobre que línea de tratamiento debían trabajar. Se decidieron por la depresión unipolar. “Podíamos acceder a muchos casos y seguirlos con nuestro algoritmo para ver si teníamos impacto. Se trata de algo muy conocido y frecuente. Por eso además sumamos a los mayores especialistas como el Dr Ricardo Corral que es el presidente de la Asociación Argentina de Psiquiatras”, explica Yahia. 

Una vez que relevaron todo lo conocido incluyendo las miradas de diversas escuelas psiquiátricas, crearon su producto SSDC: Sistema de Soporte a la Decisión Clínica (SSDC) que permite la personalización de los tratamientos, ofreciendo las opciones más efectivas. 

El sistema combina datos de biomarcadores genéticos, clínicos y sanguíneos de cada paciente con información detallada sobre los fármacos disponibles en el mercado, generando un algoritmo que permite un tratamiento personalizado de la enfermedad. Con este software, los profesionales de la salud tienen acceso a un informe completamente personalizado sobre la afección y su potencial tratamiento, evitando así el tradicional "método de prueba y error" utilizado en la psiquiatría.

Además integraron Inteligencia Artificial (IA) en la parte conversacional de la herramienta, lo que mejoró significativamente la interacción entre médicos y pacientes, permitiendo recopilar una mayor cantidad de información con un alto nivel de precisión.

Una vez que terminaron su primer estudio clínico lo presentaron en el Congreso Mundial de Psiquiatría en Viena. "Reclutamos pacientes con diagnóstico de depresión unipolar, que fueron divididos en dos grupos. El primer grupo recibió tratamiento según las pautas clínicas tradicionales, mientras que el segundo recibió el soporte adicional del CDSS al inicio del tratamiento. Luego, se realizó un seguimiento a las 8 y 12 semanas, lo que permitió comprobar que los pacientes del segundo grupo mostraron menos signos y síntomas de depresión que los del primero", detalla Nielsen.

En las investigaciones se tuvo en cuenta el factor genético. “Algunos genes del cuerpo humano influyen en el metabolismo de las drogas, principalmente en el hígado, donde ciertas enzimas llevan a cabo este proceso, en muchos casos, de manera rápida, impidiendo que el medicamento complete el proceso de curación. Con el uso de este software, se pueden detectar estas variaciones que pueden producirse en los pacientes y se logra el objetivo de un tratamiento personalizado, adecuado para las necesidades de cada individuo”, explica Corral.

Ese tipo de detalles muchas veces escapa en los tratamientos convencionales. Por ejemplo si el metabolismo es mas rápido hay que dar una dosis mayor y si es más lento hay que espaciarlas más o tomar otras conductas. El contar con más biomarcadores como los que ofrece el SSDC permite que los psiquiatras tomen mejores decisiones. 

Lo interesante es que al segundo grupo no tratado comenzó a utilizar el SSDC una vez que pasaron las 12 semanas y también obtuvieron beneficios medibles. “Eso nos entusiasmó mucho pudimos ver un impacto muy grande en todo lo que estamos haciendo. Una de las cosas mas importantes es que el 100% de los psiquiatras utilizaron la información del SSDC o sea le vieron valor y la consideraron a la hora de definir sus tratamientos”, se enorgullece Ariel Yahia

La startup esta internacionalizando sus estudios en el País Vasco donde consiguieron financiamiento para realizar sus estudios clínicos. Además este tipo de algoritmos en la Unión Europea están dentro de la categoría de dispositivos médicos que deben seguir estándares muy particulares para demostrar su viabilidad. “El poder mostrar ante organismos regulatorio la solidez de nuestro producto nos da un diferencial muy importante a nivel mundial”, señala Yahia. Algo similar se debe hacer con la FDA para llegar al mercado americano. Se trata de estudios que tienen altos costos pero que viabilizan el producto fuera de argentina dándole a Neomente un alcance global dentro del concepto de medicina de precisión donde cada paciente es único. 

EL SSDC mostró un gran impacto en los pacientes que no responden al tratamiento.  Ese concepto se refiera a paciente que no responden ni a una primera ni segunda línea de psicofármacos. Puede parecer algo marginal. “Pero el 30% de los pacientes están en esa categoría. Y en el estudio que hicimos el 85% de los pacientes tenía resistencia al tratamiento o tenía efectos secundarios a veces por otros fármacos que estaba tomando debido a otras patologías. Y como mostramos en nuestro trabajo pudimos ayudar a que mejoren su situación: desde directamente remitir los síntomas hasta una depresión leve”, detalla Yahia.

Los próximos pasos de Neomente son ampliar su alcance para incluir la depresión bipolar, psicosis, epilepsia y déficit de atención. El universo potencial de pacientes es muy grande. En el mundo hay más de 800 millones de personas con problemas de salud mental.  Y el primer caso que trataron, el de la depresión se ha convertido en una preocupación central. 

Se estima que el 30% de la población atravesó o atravesará en algún momento de su vida, una depresión. Las cifras mostraron aumentos muy expresivos en los últimos 20 años y preocupan especialmente entre los jóvenes: las personas entre 20 y 30 años han sido las principales víctimas y el grupo entre quienes estas enfermedades han crecido más. Quizá la presión de la sociedad actual con su hedonismo y las redes sociales está creando nuevos problemas. 

Marcel Showb decía que tenemos un corazón doble. Uno que esta en nuestro interior y otro que es el corazón exterior el que nos relaciona con el mundo. No es fácil que ambos funcionen armoniosamente. Muchas veces el equilibrio se rompe y el cerebro lo sufre. Las tinieblas te dejan solo y ya ni siquiera están las preguntas ni el enojo. María Tentler para quien Albert Einstein era como su tío había escapado del nazismo.  Cuando se le preguntaba cómo superó los obstáculos ella sólo decía: Tuvimos que empezar de nuevo. No todos lo pueden hacer. Equilibrar el cerebro, llenarlo de luz para que vuelva a empezar es el gran desafío. Desde Neomente ese reto pasa por darle a los psiquiatras las claves que los ayuden a comprender los misterios de cada alma que alberga su propia ecuación. 

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