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Transición energética justa: ¿Qué se necesita para lograrla?

Ángel Martínez Managing Director & Partner de BCG

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La transición energética parece ser el único camino viable frente a los efectos del cambio climático a nivel mundial. Pero la clave para hacerlo adecuadamente es el trabajo conjunto de los actores del ecosistema.

30 Julio de 2023 09.26

En un contexto donde el cambio climático está afectando al mundo, la transición energética parece ser el único camino viable. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, si no se gestiona adecuadamente, podría generar altos costos e inequidades, en especial para las poblaciones más vulnerables. 

Para evitar que esto ocurra, la clave radica en el trabajo conjunto de los actores del ecosistema. Los líderes tienen la oportunidad de construir un camino sustentable, bajo en carbono y con generación de empleo hacia la neutralidad de emisiones sin dejar a nadie atrás.

El sector corporativo desempeñará un papel clave en garantizar una transición fluida y minimizar los impactos en las comunidades vulnerables. Por lo tanto, el enfoque debe estar en las personas, en la búsqueda e implementación de nuevas formas de capacitar, retener y reubicar a los trabajadores afectados por el cambio.

Es probable que la transición energética desestabilice las economías regionales ya que, si bien se crearán 30 millones de empleos a nivel mundial, es posible que se requieran habilidades que no estén disponibles en las áreas donde se cierren las fábricas. Por lo tanto, es responsabilidad de los líderes empresariales esforzarse por identificar alternativas de desarrollo económico en las zonas impactadas a través de la colaboración con gobiernos locales, ONG y las comunidades. Las inversiones directas y los subsidios pueden proporcionar seguridad a corto plazo y mitigar el desempleo.

Los gobiernos deben centrarse en mejorar los permisos y promulgar políticas que fomenten las inversiones climáticas, como los bonos verdes soberanos vinculados a principios de transición equitativa. De manera conjunta, los inversores privados y las Instituciones Financieras para el Desarrollo (IFD) pueden crear herramientas para evaluar la transición justa de las empresas, como el Net Zero Company Benchmark, e incorporar los resultados en las decisiones de inversión.

Energía renovable
 

Una mala transición energética podría tener un gran impacto en la pobreza global. El cambio climático ya está empujando a 26 millones de personas en todo el mundo por debajo de la línea de pobreza extrema cada año. Las inundaciones, las sequías y las tormentas ocasionadas por una gestión inadecuada podrían aumentar estas cifras alarmantes. Además, el número de personas sin acceso a electricidad (800 millones en el mundo) podría crecer debido a los precios más altos de la energía y los desafíos en la cadena de suministro. En este proceso, es crucial asegurar el suministro de energía limpia en todas las comunidades.

Para contrarrestar esta situación y lograr el objetivo de Net Zero, es necesario ir reduciendo los combustibles fósiles y garantizar una reducción real de las emisiones, en lugar de simplemente transferirlas a otros actores. La clave está en desarrollar las energías renovables de manera creciente, incluso triplicando la capacidad solar y eólica para 2030. Esto requerirá una mayor cooperación internacional y una inversión acelerada para impulsar la implementación de soluciones.

En lugar de pasar la responsabilidad de las emisiones de una corporación a otra, los líderes deben considerar el impacto social y ambiental neto de sus decisiones y esforzarse por obtener resultados positivos. Por ejemplo, una compañía de energía en el sudeste asiático colaboró con el Banco Asiático de Desarrollo para cerrar su planta de carbón 15 años antes de lo previsto y reinvertir los ingresos en generación renovable. Este tipo de acciones garantizarían los mejores resultados para las comunidades locales.

“Para evitar que esto ocurra, la clave radica en el trabajo conjunto de los actores del ecosistema. Los líderes tienen la oportunidad de construir un camino sustentable, bajo en carbono y con generación de empleo hacia la neutralidad de emisiones sin dejar a nadie atrás”.

Por fortuna, muchas empresas líderes están anunciando sus planes para una transición equitativa y progresando hacia el cumplimiento de esos objetivos. Además, comparten las mejores prácticas con sus pares y otras organizaciones, con el fin de obtener el respaldo de la industria y los gobiernos para apoyar a los trabajadores en su transición de empleos con alto contenido de carbono a unos más sostenibles.

Una forma de abordar las barreras en el despliegue de capital privado es aumentar el financiamiento y las donaciones por parte de las IFD y organizaciones filantrópicas, así como el financiamiento de deudas gubernamentales sin garantías. Las ONG y otras organizaciones pueden actuar como intermediarios y brindar apoyo para la colaboración.

Una transición energética justa requiere de un ecosistema donde todos los involucrados centren sus esfuerzos en generar sinergias que impulsen el cambio. La necesidad de un suministro de energía seguro, confiable y asequible con mínimas repercusiones requerirá que los líderes trabajen con los diversos actores y aborden concesiones complejas. Lograr la transición será imposible sin la participación conjunta de gobiernos, empresas, reguladores, inversores, IFD, ONG y asociaciones para promover el diálogo social, ofrecer soluciones efectivas, inclusivas y justas. Es imperativo adoptar un enfoque centrado en el ser humano para que nadie se quede rezagado. 

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