Internet conversacional: La nueva era

En un momento donde la libertad de expresión en las redes sociales está cada vez más cuestionada, los foros y salas de chat están en pleno crecimiento. Las comunidades y los fandoms a partir de Discord y Reddit están vislumbrando un gran crecimiento. Se estima que en el último año solo estas dos plataformas crecieron en más de un 70% ¿por qué es relevante la conversación como tema? ¿Qué posibilidades genera y por qué nunca pudo ser capitalizado del todo por plataformas y marcas? 

Las conversaciones tienen un lugar privilegiado en la historia de internet ya que fueron el primer motor y la razón por la cual muchas personas empezaron a conectarse. Allá por los años 90, la BBS era el lugar donde nos encontrábamos a chatear de temas que nos interesaban en la búsqueda de encontrar alguien en algún lugar que tenga los mismos gustos. Un poco después, y en esa misma línea, el se posicionaba como el lugar de encuentro digital para todos quienes se conectaban a internet. La búsqueda de conversar, encontrar otros empáticos con quiénes compartir un rato o un diálogo eran en ese entonces el motor suficiente para pasar horas sentado frente a una computadora. 

 

Ese mismo comportamiento evolucionó en foros de discusión e intercambio como Psicofxp y Taringa que, durante muchos años, tuvieron más tráfico que cualquier otro sitio argentino al posibilitar el encuentro el de cientos de nichos que encontraban en foros y chats un lugar de pertenencia tal como lo fueron durante años las esquinas, las plazas o los fanzines o las galerías urbanas.

Sin embargo, esos grandes espacios tuvieron ciclos de vida muy cortos: una de las hipótesis, quizás, no tenga que ver con la velocidad intrínseca de la cultura pop que necesita permanentemente de nuevos espacios para no sentirse nunca viejo, sino con la imposibilidad de esas plataformas y espacios para poder monetizar esa enorme capacidad de captación de personas. 

Quizás el contraejemplo sea Reddit que logró sobrevivir varias modas, pero la gran mayoría de los emprendimientos que fomentaron la cultura del encuentro y la conversación terminaron cerrando. En una internet dominada por el modelo ad based, es decir, donde la publicidad busca ser el principal ingreso para todas las plataformas digitales, una posible hipótesis es que son espacios no muy atractivos para las marcas.

 

Los foros y chats son lugares poco controlables donde la libertad de los usuarios es casi total, no existe la necesidad de la identidad real, nadie publica fotos personales y el foco está exclusivamente en el contenido. La posibilidad de expresarse sin presión social, sin ser juzgados por otros, encontrar vínculos que unan, estar atrás de la seguridad de un teclado anónimo, son algunas de las razones que potencian estas expresiones. En esos ámbitos de libertad anónima es donde las marcas más se exponen a ser criticadas y juzgadas y, cómo sabemos, no es algo a lo que quieran aspirar aunque quizás esa tendencia esté cambiando.

Tal es la aversión por la expresión sin filtros que las redes sociales, quienes nacieron prometiendo el libre intercambio entre usuarios, fueron relegando todo tipo de potencial en ese sentido y se enfocaron más en la expresión de pocos usuarios con potencial de creadores e influencers haciendo muy poco amigable el diálogo público entre usuarios y hasta comenzaron a erigirse como editores censurando contenido que no respetara ciertos parámetros.

En ese contexto de falta de espacios de interacción y la propia necesidad de conversación hicieron que hoy Discord sea el lugar elegido por miles de personas para reeditar el tradicional hábito de la conversación. Surgido desde el gaming y con un hilo directo con Twitch y sus comunidades, Discord tuvo un crecimiento vertiginoso durante los últimos dos años liderado especialmente por lo que no fueron sus orígenes si no llegando a cada vez más personas y actualmente con más de 1 millón de servidores públicos entre los que se encuentran temas tan diversos como la publicidad, Crypto, matemática, salud mental o Marvel.

 

Discord encontró una comunidad fiel que se apropió de la plataforma como propia, que la defiende en otras redes sociales, pero también está haciendo mucho para intentar permanecer. Aprendiendo de experiencias pasadas, agrupa los servidores no apto para menores bajo el tag NSFW y hasta creó una academia de moderadores para sostener el buen clima y extender sus potencialidades. También asumió críticas y tuvo que, por ejemplo, suspender su integración con NFT´s y Crypto cuando su propia comunidad amenazó con irse.

Quizás empujadas por un contexto social más permeable a la crítica y con la necesidad de encontrar ámbitos de diferenciación, las marcas esta vez están viendo a la internet conversacional con más cariño que hasta hace unos pocos años.  La proliferación de fandoms y de comunidades especializadas que agregan valor a marcas, productos y servicios empieza a ser una necesidad concreta.

Hoy las comunidades en Discord son lugares de aprendizaje e intercambio que las marcas que se animan a correrse de un lugar 100% seguro salen enriquecidas y muchas veces con mejores ofertas de las planteadas inicialmente.

La internet conversacional no es una moda ni una tendencia, sino el motor propio de la red que hasta ahora pudo ser capitalizada por diálogos semi privados (Whatsapp, Telegram), pero que de a poco parece recuperar ese primer impulso de hace 20 años aunque mejorado y con más posibilidades. 

 

*La columna fue escrita por Juan Marenco, Juan Marenco, CEO de Be Influencers y miembro de la Comisión Directiva de Interact.