En Córdoba 1351, corazón palpitante de una ciudad que late con elegancia, Juleriaque ha abierto su templo más audaz: un punto de encuentro sensorial de 1.200 metros cuadrados que no es solo una tienda, sino una declaración.
Fundada en 1985 en esta misma ciudad, la marca celebra cuatro décadas de trayectoria con un gesto que es, a la vez, homenaje y reinvención. El nuevo local integra perfumería, moda, diseño, marroquinería y café de especialidad, como un palacio de los sentidos que busca transformar cada compra en una vivencia.
El recorrido comienza bajo un gran pórtico de acceso, como si se ingresara a un teatro de la sofisticación. La arquitectura, firmada por el estudio Montes-Iturrioz, prioriza la experiencia escénica: iluminación dramática, materiales nobles como mármol y herrería dorada, empapelados de autor, espejos que multiplican las formas. Las pantallas dinámicas no anuncian productos: cuentan historias.
"Cada rincón de la nueva tienda está diseñado para emocionar. Queríamos que la arquitectura hablara el mismo idioma que nuestras marcas", cuentan.
La planta baja alberga el sector de perfumería y cosmética, pero no como antes. Las fragancias no están alineadas sobre estantes, sino dispuestas en módulos que invitan al testeo íntimo, con asesoramiento personalizado de especialistas en maquillaje, skincare y haircare. Es un ritual contemporáneo que destierra el apuro y recupera el goce.
Juleriaque ostenta 50 puntos de venta y casi la mitad del market share del segmento selectivo en Argentina.
Juleriaque apuesta por una estética cosmopolita, pero no pierde su acento. La curaduría de marcas revela un compromiso activo con el diseño y las tendencias, integrando buen gusto y actualidad. Desde los objetos de HOME, el sector dedicado al diseño y la decoración, con piezas seleccionadas de firmas como Volf, Mishka Objetos y Lovely George. El nuevo sector de marroquinería funciona como una auténtica vidriera de autor, donde lo artesanal y lo urbano conviven con sofisticación. En estas nuevas categorías, marcas como Santesteban, De María y Mishka son protagonistas destacadas.
En el primer piso, el espacio de moda femenina SHE se renueva con nombres que ya son parte del léxico fashionista local: Jazmín Chebar, Ginebra, Natalia Antolín, Ay Not Dead, Garza Lobos, entre otros.
A pasos de allí, el nuevo SHE CAFFÉ abre una pausa luminosa, como un oasis que ofrece café de especialidad en un entorno pensado para quedarse, charlar, mirar. Porque en este universo, hasta el café es diseño.
El nuevo lujo es experiencia
Más allá de los productos —exclusivos, internacionales, deseados—, Juleriaque propone una narrativa del lujo centrada en el vínculo humano. Nada de atención impersonal ni de vendedores en piloto automático. El equipo está entrenado para leer los deseos, interpretar gestos, traducir inquietudes.
"Trabajamos con un equipo capacitado para brindar un servicio cercano y personalizado —explicaron desde la marca—. Contamos con módulos exclusivos, espacios de testeo privados y asesoramiento experto".
A 40 años de su fundación, Juleriaque ostenta 50 puntos de venta y casi la mitad del market share del segmento selectivo en Argentina. Pero no es esa estadística lo que define esta apertura. Es, más bien, la forma en que el nuevo espacio en Rosario funciona como una bisagra narrativa: de boutique de perfumes a multiespacio de lifestyle de alto nivel: "Queremos marcar un antes y un después en la experiencia de compra de lujo en Argentina. El objetivo es consolidar nuestra presencia en el segmento más alto del mercado y liderar la evolución hacia un concepto de lifestyle que trascienda la experiencia de compra tradicional"
"Queríamos que la arquitectura hablara el mismo idioma que nuestras marcas"
Y esa ambición no es solo retórica. La tienda fue concebida como plataforma para atraer marcas internacionales, alineadas con estándares globales de calidad, diseño y servicio. En un contexto donde muchas firmas aún dudan en desembarcar en Argentina, Juleriaque construye un escenario tentador, con códigos propios y vocación universal.
La tienda no es un punto final, sino una plataforma de despegue. Desde la arquitectura hasta el aroma del café, todo está pensado para consolidar una visión: el lujo argentino puede tener identidad propia con escala internacional y profundidad emocional.
"Nuestra fortaleza está en la capacidad de innovar sin perder nuestra esencia. Evolucionamos constantemente para ofrecer experiencias que estén a la altura del consumidor de lujo".