La resiliencia se erige como un valor en alza en estos tiempos, especialmente para aquellos líderes inmersos en la constante vorágine que atraviesa la industria de la salud. En este escenario desafiante, se destaca la figura de Carlos Felice Fioravanti, secretario general de la Unión de Trabajadores del Turf y Afines (UTTA) de Argentina, así como presidente de la obra social de la entidad (OSPAT). Su visión realista y experiencias personales, respaldadas por una sólida formación legal, delinean un liderazgo capaz de afrontar los desafíos actuales.
La multifacética mirada de Felice sobre la salud integra sus roles como padre, abogado y su perspectiva sobre un sistema que considera "falto de normativas claras". En medio de la crisis, destaca un elemento fundamental: el talento disponible. Una premisa que, según el líder sindical, podría ser clave para revertir la situación actual.
El camino de Felice comenzó con la creación de OSPAT, una obra social que él mismo fundó en respuesta a la desregulación de las obras sociales en 1997. Su origen humilde, ingresando al Jockey Club de Santa Fe a los 16 años, lo conectó con la realidad del turf y sentó las bases para su compromiso con la salud de los trabajadores del sector.
Con décadas de experiencia en gestión y capacitaciones, como su participación en seminarios en el Reino Unido y en la Escuela de Salud Pública de Harvard, Carlos Felice posee una comprensión profunda de las necesidades de las personas y los modelos exitosos en el ámbito de la salud.
Falta de normativas claras
El líder sindical advierte sobre la falta de normativas claras que afecta al sistema de salud argentino. Enfatiza que, a pesar de contar con un sistema de salud federal, la atención se distribuye mayoritariamente en la gestión pública, con un 60% a través de la seguridad social, generando desequilibrios evidentes. A su juicio, la atención brindada por algunas obras sociales sindicales por tan solo 8 dólares al mes plantea interrogantes sobre la calidad y eficacia de los servicios.
En su propuesta de soluciones, Felice sostiene que se vuelve fundamental evaluar y ordenar las normativas vigentes, especialmente en relación con el Programa Médico Obligatorio (PMO). Señala que la falta de una base legal sólida puede resultar en inestabilidad y falta de claridad en el acceso a la atención médica, generando cambios bruscos y dificultades en la planificación a largo plazo.
Tenemos que garantizar transparencia y fiscalización en el sistema de salud. Sin disposiciones legales específicas respaldando el PMO, el control efectivo sobre su cumplimiento por parte de las obras sociales sindicales podría ser insuficiente”, advierte el director de OSPAT.
Por último, Felice sostiene que “la protección de los derechos de los beneficiarios es uno de los desafíos a enfrentar. La ausencia de legislación específica podría dejar lagunas en la defensa de éstos, especialmente en situaciones de disputas o problemas con la cobertura”.
A su vez, el fundador de OSPAT destaca las ventajas existentes, como la presencia de excelentes hospitales provinciales y el potencial del talento joven para impulsar los cambios necesarios. En un contexto de crisis, Felice propone soluciones concretas para transformar el sistema de salud argentino y asegurar un futuro más sólido y equitativo
