El futuro de las jubilaciones en Argentina
Andrea Falcone, abogada especializada en Previsión Social, realiza un análisis actual de lo que pasa y pasará con las jubilaciones y pensiones en el país. ¿Qué se espera?

Los sistemas previsionales representan un desafío en todo el mundo. Los países desarrollados llevan adelante periódicamente reformas de adecuación para hacer frente a los nuevos cambios sociales, económicos, demográficos y tecnológicos. En la Argentina los nuevos desafíos se suman a los de siempre, sin que podamos resolver por el momento ni unos ni los otros. 

El primer desafío tiene que ver con el desequilibrio entre los ingresos y los egresos del sistema. Sobre este punto, uno de los principales focos de conflicto radica en la implementación de moratorias previsionales que permitieron la jubilación de más de tres millones de personas. En términos financieros, en el presupuesto de la ANSES para 2020 se preveía el ingreso de $1.511.807.731.467 en aportes y contribuciones de trabajadores en actividad y el pago de $2.160.086.043.559 en jubilaciones y pensiones (déficit de $648.278.312.092). Del total de erogaciones, $817.418.703.888 corresponden a beneficios con moratoria. 

La tasa de cobertura previsional se elevó del 66,1% en el año 2003 al 95,8% para el año 2010. El mayor impulso en la expansión de la protección social se cristalizó en los sectores más vulnerables, donde la cobertura pasó del 56,2% al 94,5%. Esto se debe a que la tasa de informalidad laboral, que en Argentina ronda históricamente el 40%, se incrementa sensiblemente a medida que baja el nivel educativo, cuando nos alejamos de los centros urbanos y es mayor entre las mujeres. En definitiva, las moratorias son la respuesta que brinda el Estado ante la falta de control del trabajo no registrado. En conclusión, la raíz del desequilibrio financiero de la ANSES radica en que la mitad de la economía se encuentra sumergida en la informalidad, y eso impacta en la recaudación de recursos del sistema de seguridad social. 

Otra preocupación radica en el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS). Se creó en el año 2007 con la finalidad de atender eventuales insuficiencias en el financiamiento. Ahora bien, ¿en qué situación se encuentra el FGS? En septiembre de 2019, el fondo contaba con $1.950.000 invertidos sin variaciones significativas. La realidad del fondo  es que  el 63,6% de su cartera está invertida en bonos del Estado que están en virtual default, con un valor actual que ronda el 40% de su valor nominal. En conclusión, el fondo de reserva del sistema previsional se ha licuado en los últimos años, producto de los vaivenes de la economía y de las decisiones de inversión tomadas con relación a sus activos. Otro elemento de preocupación suele ser una reforma en la edad jubilatoria. ¿Es posible que se modifique la edad jubilatoria en Argentina? Inicialmente cuando se crearon los sistemas jubilatorios, el retiro laboral remunerado representaba un lujo al que solo algunos tenían acceso y que cobraban durante unos pocos años. Hoy en día la jubilación representa un derecho en expectativa para la mayoría de los trabajadores. 

En el caso de Argentina, cuando se sancionó en 1968 la primera ley de jubilaciones y pensiones nacional, se fijó en 55 años la edad mínima jubilatoria para la mujer y en 60 años para el hombre. En ese momento la expectativa de vida para un hombre que tenía 60 años era de 15,3 años. Es decir, se preveía el pago del haber jubilatorio por un plazo superior  a quince años. En 1994 se reformó el sistema y se pospuso la edad jubilatoria cinco años. En ese momento, la expectativa de vida de un hombre de 60 años había pasado a ser de 16,8 años. Esto significa que se preveía el pago de jubilaciones por 11,8 años. Actualmente la expectativa de vida de un hombre que cumple los 60 años es de 19,1 años. Esto significa que, manteniéndose la actual edad jubilatoria a los 65 años, se prevé el pago de prestaciones por 14,1 años. ¿Cuál es la proporción en otros países de referencia? Contemplando la edad jubilatoria del hombre y su expectativa de vida al cumplir los 65 años, Estados Unidos prevé el pago de jubilaciones por 15,5 años, Australia por 19,1 años, España por 17 años, Portugal por 16 años. 

Los sistemas previsionales del mundo enfrentan los desafíos a través de reformas de adecuación proyectadas a 25 años, sobre la base de análisis estadísticos y actuariales. Argentina emprende reformas basadas en la improvisación legislativa, con total ausencia de estudios prospectivos a mediano y largo plazo. Las consecuencias están a la vista. La pregunta es si estamos listos para comenzar un nuevo camino, que siente las bases de un sistema previsional sustentable en el largo plazo.