Arcor salió con todo y anunció que irá por la compra del 100% del paquete accionario de Mastellone Hermanos, un ícono de la industria láctea argentina. La firma cordobesa comunicó a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que ejercerá la opción de compra del 51% que todavía no está en su poder, aunque desde la parte vendedora salieron a poner paños fríos y advirtieron que "nada está cerrado".
Lo que queda por definir todavía no es menor: cuánto pagará Arcor por quedarse con esa porción que le falta. Cuando en 2019 tomó el 49% del paquete accionario ya se había establecido que en cinco años podría ejecutar una opción de compra, y se pautó un valor relacionado con el EBITDA de la empresa -que no se difundió-, una ecuación que ahora se pone en discusión y que fue lo que llevó a Mastellone a negar que la transacción estuviera concretada.
"Se impugnará el precio por acción indicado en la notificación, por considerar que no concuerda con las pautas establecidas en el contrato", sostuvo Mastellone, también en una notificación elevada a la CNV.
Todo indica que el acuerdo finalmente llegará y que en los próximos días debería haber novedades respecto del avance de la operación, pero la realidad es que por el momento no hay nada cerrado y ninguna de las partes se anima a aventurar tiempos.
De hecho, todavía resta también ver qué rol tendrá Danone, que hoy juega un papel bastante particular en la operación, ya que está dentro de Mastellone en dos formatos.
La francesa cuenta con cerca del 95% de la parte logística de Mastellone, pero además cuenta con una porción del 49% que hoy ya Arcor tiene en la compañía. Es decir, de alguna forma está tanto dentro de la parte compradora como de la vendedora.
Más allá de esto, lo que se analiza en el mercado es que, con mucho de lógica, Danone pretenderá discutir con Arcor buena parte del manejo de la láctea, ya que en definitiva es quien tiene mayor conocimiento del tema. Hasta el momento no se pronunció de forma oficial sobre el tema.
Lo que sí hay en el mientras tanto es tiempo, ya que las partes tiene todo 2025 para intentar solucionar las diferencias que pueda haber en este momento, aunque hoy todo indica que todo avanzará por un camino positivo.
El interés de Arcor por quedarse con Mastellone tiene varias aristas. Una de ellas tiene que ver con la escala que le daría no solo a nivel local sino también internacional. Quedarse con un gigante del sector alimenticio argentino, con marcas icónicas como La Serenísima, sin dudas la elevaría a un nivel todavía más alto del que tiene hoy.
Este salto, además, le permitiría a lo que podría ser el nuevo grupo sumar la totalidad de una empresa que, según las previsiones iniciales, podrían mejorar fuerte su nivel de facturación y crecer en el corto plazo hasta los US$ 2000 millones, desde los casi US$ 1400 millones con los que cerró 2024, que ya resultaron una mejora si se los compara con los US$ 1100 de 2023.
Una buena posición, pese a todo
"Hoy una de las cosas que más necesita Mastellone es aporte de capital para volver a ser lo que fue. El consumo muestra algún repunte pero no tan importante, o al menos no a la velocidad necesaria como para que la empresa pueda mostrar otro desempeño", sostuvieron a Forbes fuentes del sector.
El dato positivo para la láctea es que en medio de todos estos movimientos y complicaciones financieras no perdió participación de mercado. Hoy Mastellone Hermanos produce unos 3,1 millones de litros de leche diarios, y se ubica en el segundo lugar del ránking sectorial, con una participación del 10,8% del total del mercado.
El primer lugar lo ocupa Saputo -con marcas como La Paulina-, con 3,6 millones de litros diarios, y un 12,5% de participación.
Por segmento, la foto de Mastellone tampoco es mala, siempre tendiendo en cuenta el escenario dentro del que le toca moverse. En el segmento de la leche fresca en sachet, por ejemplo, sigue siendo el líder, con un 60% de share, mientras que en el escalón de la leche larga vida -con varios más competidores- se mueve alrededor del 25%.
Más allá del caso particular de Arcor y Mastellone, lo cierto es que el sector lácteo argentino atraviesa desde hace tiempo un proceso de cambio profundos, a tal punto que hoy Sancor -otra de las empresas icónicas- está con serios problemas económicos y su futuro pareciera ser su desaparición.
Además del caso Danone y Arcor con Mastellone, Savencia Formage & Dairy (de Francia), por ejemplo, se quedó con Milkaut e Ilolay; Grupo Gloria (Perú), con Compañía Regional de Lácteos Argentina (Corlasa); Theter, del mundo crypto, con Adecoagro: y el Grupo Lala (un gigante de México) puso un pie en La Paulina, del Saputo.
La gran discusión hoy en el sector lácteo es si el ingreso de grandes jugadores a nivel mundial es el camino definitivo para el mercado, o se trata de una situación particular, más allá de que ya se repite en varias empresas. "Permiten otra escala, sostienen quienes abonan esta teoría, aunque lo cierto es que también conviven en el mercado local empresas de porte bastante inferior, y que dan pelea algunos escalones más abajo".
Según los analistas del sector, esta tendencia hacia la llegada a grupos del exterior se puede seguir dando debido a que, en general, los activos suelen ser baratos y atractivos. Además, esta tendencia encuentra ahora un terreno más fértil para circular, ya que la caída del cepo y la limitación para girar dividendos al exterior abren un panorama más alentador para las empresas.
Así como a Mastellone el comportamiento del consumo no le fue suficiente, lo cierto es que el resto del sector también viene experimentando un comportamiento negativo. Según cifras oficiales, el año pasado se produjeron 10.590 millones de litros, es decir una caída de 6,5% contra 2023, y entre las 670 empresas elaboradoras.
De esa producción, la elaboración de quesos se lleva el 48,9%, seguido por la leche en polvo (27,3%), leches (16,3%), yogures (3,6%), y dulce de leche (2,2%). Además, se exportan US$ 1400 millones al año.