Un país que necesita cambios estructurales profundos

El cambio de Gobierno vuelve a poner a los argentinos frente a una oportunidad histórica de avanzar con un rumbo claro, de largo plazo, hacia un camino de desarrollo económico sostenible e inclusivo y que nos permita revertir las dolorosas y crecientes cifras de la pobreza.

En las últimas décadas, la polarización en la dirigencia política y la sociedad nos impidió acordar e implementar políticas de Estado de mediano y largo plazo. Desde el sector empresario, esperamos que se inicie una nueva etapa en la que seamos capaces de generar consensos con el objetivo de reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida de todos los argentinos.

 

Este domingo 10 de diciembre, Javier Milei asume como presidente de la Argentina

 

En las empresas, sabemos que la falta de acuerdo sobre un modelo de desarrollo para el país y el cambio permanente en las reglas de juego generan un impacto negativo en los negocios, particularmente en las decisiones de inversión, pero también afectan las decisiones que tenemos que tomar a diario, individual y colectivamente, todos los argentinos.

Entendemos que nuestro país necesita cambios estructurales profundos que sólo son posibles si trabajamos con una dinámica de colaboración entre los distintos sectores involucrados. Hoy el mundo ofrece una ventana de oportunidad para la Argentina con la demanda de alimentos, energía, minerales y conocimiento, sectores con potencial para convertirse en motores de desarrollo, de riqueza y de generación de empleo de calidad. 

El desafío, una vez más, es transformar ese potencial en realidad. La nueva etapa no será fácil y será necesario que los líderes -políticos, empresariales, sindicales y sociales- asuman la responsabilidad de reducir la incertidumbre y acuerden un plan para ordenar con urgencia la economía.

 

 

En la próxima etapa será prioridad la eficiencia y sostenibilidad del gasto público y avanzar en enfoques en materia impositiva y laboral que puedan aplicarse para el desarrollo de negocios y la generación de empleo, con un aumento en la competitividad. Se trata de equilibrar los ingresos y los egresos del Estado, definir un esquema tributario que incentive el crecimiento y la inversión y un esquema laboral que fomente la creación de empleo de calidad. También sabemos que las medidas que se tomen con la decisión de ordenar la economía van a requerir contener a los sectores más vulnerables. 

En el 59° Coloquio de IDEA presentamos un diagnóstico sobre el potencial de cinco sectores de alto impacto. Estimamos que las exportaciones en agroindustria, petróleo y gas, minería, economía del conocimiento y en turismo podrían pasar de los USD 73 mil millones registrados en 2022 a unos USD 190 mil millones en 2033. Para lograrlo, es indispensable generar un entorno de negocios previsible y estable que genere confianza para atraer la inversión de largo plazo que nuestro país necesita. 

Este año, más de 60 CEOs de empresas socias de IDEA trabajaron en el desarrollo de 20 propuestas orientadas al crecimiento del sector privado en general y de estos sectores de alto impacto en particular. Son reglas básicas: gastar lo mismo o menos que nuestros ingresos, un esquema tributario que incentive el crecimiento y la inversión y un esquema laboral que fomente la creación de empleo de calidad.

 

*Por Paula Altavilla, presidenta de IDEA