La urgencia de un núcleo digital para las empresas

Cada día, las nuevas tecnologías asumen tareas y procesos más complejos a velocidades cada vez más rápidas. El mejor ejemplo lo tenemos hoy en la inteligencia artificial generativa. Lo que antes creíamos que sólo era competencia de las personas -el acto de creación- ahora es posible en cuestión de segundos a partir de vastos conjuntos de datos que pocos seres humanos, por no decir ninguno, podrían lograr. En este nuevo mundo, las organizaciones dependen cada vez más de algoritmos para crear y ofrecer valor a sus stakeholders. 

En este contexto, el núcleo digital se ha convertido en una necesidad y una urgencia para las organizaciones. Un modelo operativo diseñado a partir del análisis de data y con la tecnología como núcleo, permite a las organizaciones descubrir fuentes de valor sin explotar, mejorar sus ofertas y reducir radicalmente los costos. De hecho, de acuerdo con un estudio reciente de Accenture, las empresas que adoptan modelos operativos basados en la tecnología tienen 1,6 veces más probabilidades de lograr un crecimiento rentable que sus pares.

Sin embargo, liberar todo el potencial de la tecnología va más allá de la reducción de costos y la eficiencia. Significa aprovechar los datos y la tecnología para conseguir velocidad, agilidad y resiliencia, lo que permite a las organizaciones satisfacer las demandas de los clientes, superar a sus competidores e impulsar el crecimiento. Estos modelos apoyan transformaciones más amplias y rápidas que nunca y permiten una reinvención continua y dinámica. 

La creación de estas nuevas capacidades requiere que los líderes se centren y reconozcan que se necesitarán cambios estructurales, de procesos, métricas y talento para lograrlo, junto con una arquitectura de datos y tecnología modular y moderna. Es necesario centrarse en los resultados, organizar los equipos, acabar con los silos y pensar en toda la empresa. 

Pero contar con un núcleo digital no sólo beneficia a los clientes. También beneficia a los empleados. La introducción de un modelo operativo impulsado por la tecnología permite una verdadera transformación del lugar de trabajo. Apoya un proceso de toma de decisiones descentralizado e informado y la colaboración a distancia a través de tecnologías avanzadas.

La revolución tecnológica es transformadora y la relación entre la tecnología y las personas es polifacética. Una vez que reconocemos que la IA y las tecnologías basadas en datos pueden superar a los seres humanos en determinadas tareas, también podemos apreciar mejor las funciones en las que el ingenio humano puede impulsar la innovación, maximizando así la relación entre la fuerza laboral humana y las máquinas. Para esto es clave invertir en desarrollar el talento, capacitando a las personas para trabajar en conjunto con las nuevas tecnologías. 

En el vertiginoso panorama empresarial actual, la digitalización de la cadena de valor se ha convertido en un catalizador del crecimiento transformador. Al diseñar en torno a los datos y la tecnología, las empresas pueden lograr escalabilidad, agilidad y rentabilidad, al tiempo que proporcionan un mayor valor a sus clientes.


 

*La columna fue escrita por Nicolás Goldstein, presidente Ejecutivo de Accenture Hispanoamérica