Melina Seoane Directora de People en NTT DATA Argentina y Uruguay
Durante 2025, la inteligencia artificial dejó de ser un concepto asociado exclusivamente a la innovación tecnológica para convertirse en un eje central de la conversación pública. Su impacto en el mundo del trabajo generó inquietudes válidas, pero también abrió una oportunidad para revisar cómo las organizaciones desarrollamos talento y cómo las personas proyectamos nuestro crecimiento profesional.
Su irrupción no marca el fin del trabajo tal como lo conocemos, sino el inicio de una convivencia más madura entre personas y tecnología. Nos desafía a innovar, a combinar creatividad con datos y a construir soluciones más inteligentes y humanas. Lejos de reducir el valor del talento, esta transformación nos invita a repensar cómo aplicamos nuestras capacidades, cómo las desarrollamos y hacia dónde las proyectamos.
La inteligencia artificial profesionaliza las tareas, eleva el nivel de especialización y redefine las habilidades necesarias para el futuro. Los equipos que aprenden a convivir con estas herramientas no pierden relevancia, sino que multiplican el valor que aportan. El verdadero diferencial ya no está solo en adoptar tecnología, sino en preparar a las personas para aprovecharla de manera estratégica.
En el 2025, las organizaciones entendimos que el crecimiento tecnológico no es sostenible sin el desarrollo del talento. En NTT DATA apostamos de manera decidida a ese camino, fortaleciendo programas de formación en analítica avanzada, automatización y soluciones basadas en inteligencia artificial. Sólo en Argentina alcanzamos más de 11.492 horas de capacitación, un número que no es una métrica más, es una señal clara de hacia dónde queremos ir, el reflejo de una inversión concreta y sostenida en upskilling y reskilling. @@FIGURE@@
Y esto continúa. Ya proyectamos 8.800 horas adicionales de formación para los próximos meses, orientadas a niveles más avanzados y alineadas al rol de cada profesional, con el claro objetivo de que la Inteligencia Artificial se integre de forma transversal en los procesos, la toma de decisiones y la generación de valor para el negocio.
Hoy contamos con más de 120 búsquedas abiertas, muchas de ellas vinculadas a soluciones basadas en datos e IA. Los perfiles más demandados son aquellos capaces de traducir la tecnología en impacto real, integrándola a la estrategia y a los procesos de las organizaciones. Así, continuamos apostando por la evolución del talento.
Este recorrido refuerza una convicción, la tecnología no limita el desarrollo humano, lo amplifica. Cuando las personas acceden a formación continua y adquieren nuevas habilidades, su potencial se multiplica. El desafío no es evitar la transformación, sino asegurar que nadie quede fuera de ella.
A pesar del avance acelerado de esta nueva tecnología, 2025 nos confirmó que el futuro del trabajo sigue siendo profundamente humano. La creatividad, la empatía, el liderazgo y la capacidad de interpretar la complejidad continúan siendo habilidades irremplazables. Por eso, para NTT DATA, construir una cultura centrada en las personas es una decisión estratégica, no solo cultural. @@FIGURE@@
De cara a 2026, el foco estará puesto en profundizar una adopción responsable y orientada a resultados. Veremos una mayor demanda de perfiles híbridos, una integración más profunda de la IA en los roles y un énfasis creciente en la ética, la gobernanza y el impacto de estas tecnologías. Las organizaciones que inviertan en talento, promuevan la adaptabilidad y acompañen a las personas en este proceso serán las que conviertan la innovación en ventaja competitiva sostenible.
La inteligencia artificial llegó para quedarse. Su impacto dependerá de la visión con la que decidamos integrarla.
Porque, en definitiva, la inteligencia más poderosa sigue siendo la humana.