La presencia del presidente de CONMEBOL, Alejandro Domínguez, entre las figuras destacadas durante el sorteo del Mundial 2026 no pasó inadvertida para los medios internacionales. Que una cadena global como CNN en Español lo incluya en ese selecto grupo es una señal clara del peso institucional que hoy tiene el fútbol sudamericano y, en particular, del liderazgo que el dirigente paraguayo ejerce desde hace casi una década al frente de la Confederación Sudamericana de Fútbol.

La alfombra por la que desfilan históricamente futbolistas legendarios, estrellas de otros deportes y artistas relacionados con el mundo del fútbol, fue esta vez también escenario para un actor clave de la gestión deportiva. Esa imagen simboliza un reconocimiento que trasciende los resultados dentro de la cancha: habla de la construcción de una reputación sólida en un ámbito donde el fútbol es, además de espectáculo, política, gobernanza y proyección internacional. @@FIGURE@@

Este posicionamiento se sustenta en logros concretos. La CONMEBOL Libertadores alcanzó en los últimos años cifras récord tanto en premios económicos como en asistencia a los estadios, consolidándose como un torneo que crece sostenidamente y que continúa movilizando a millones de hinchas en todo el continente. El incremento de la competitividad y el fortalecimiento de su marca la mantienen como una de las competiciones de clubes más prestigiosas del mundo.

En paralelo, la CONMEBOL Sudamericana también registró el mayor monto de premios de su historia, afianzándose como un certamen de gran proyección para los clubes de la región. Estas señales, sumadas al rol protagónico que adquiere la dirigencia sudamericana en los grandes eventos del fútbol global, muestran que el continente no solo aporta talento dentro del campo de juego, sino también liderazgo y gestión en los más altos niveles de decisión del deporte rey.