La increíble historia del empresario que sedujo a Messi y convirtió la franquicia del Inter en un negocio multimillonario
Jorge Mas hizo una lucrativa apuesta y transformó rápidamente al Inter de Miami en la segunda franquicia multimillonaria de la MLS. Sin embargo, ahora el tiempo corre en su contra.

En el interior del AquaDome, un palco esférico del mayor crucero del mundo, Jorge Mas se acomodó en su asiento para lo que prometió ser un enorme espectáculo. 

El multimillonario propietario del Inter de Miami estuvo a bordo del Icon of the Seas de Royal Caribbean para desvelar el patrocinio de la compañía de cruceros en las camisetas del club de la Major League Soccer, además de presenciar la ceremonia de bautizo del buque. 

Grandes talentos subieron escenario, incluida una premiada banda escocesa, acróbatas acuáticos y la mayor atracción del día: el astro argentino del fútbol Lionel Messi.

 

Para el Inter de Miami, anteriormente semejante despilfarro era inimaginable. Hace diez meses, era un club que ocupaba el último puesto en la máxima categoría del fútbol profesional estadounidense, valorado en 600 millones de dólares, justo por encima de la media de la liga, y con una fama mundial mínima a pesar de ser en parte propiedad de David Beckham

Ahora, "hay que estar debajo de una piedra para no saber que Lionel Messi juega en el Inter de Miami", dijo Mas, de 61 años.

Conseguir a Messi no fue barato, incluso si su salario en el Inter de Miami es mucho menor que la oferta de 400 millones de dólares anuales que el astro argentino rechazó de la Saudi Pro League. Mas afirma que Messi ganará entre 50 y 60 millones de dólares anuales en dinero garantizado, con la posibilidad de ganar más a través de acuerdos individuales de reparto de ingresos con Apple y Adidas

 

Messi también tiene una opción para hacerse con la propiedad del club, que no requiere una compra si se ejerce. Pero la franquicia con sede en el sur de Florida ya demostró que la recompensa merecía con creces el riesgo financiero.

En 2023, con sólo media temporada de Messi, el Inter de Miami duplicó con creces sus ingresos hasta alcanzar los 118 millones de dólares. El club espera que se disparen por encima de los 200 millones de dólares este año gracias a la venta de entradas impulsada por Messi, las lucrativas asociaciones publicitarias y una gira mundial de pretemporada sin precedentes. 

La llegada de Messi también duplicó el año pasado las suscripciones al servicio de streaming Apple TV de la liga, y los equipos que reciben al Inter Miami registraron aumentos masivos en los ingresos por entradas. 

 

Forbes estima que el Inter Miami es ahora el segundo club más valioso de la MLS, con algo más de 1.000 millones de dólares, y la participación de Mas, de aproximadamente el 80%, elevó su considerable fortuna a 1.700 millones de dólares.

El espectacular ascenso del Inter Miami es el resultado de la inquebrantable, y en su día irracional, creencia de Mas de que acabaría fichando al ocho veces ganador del Balón de Oro. Pero si bien la llegada de Messi abrió una ventana de oportunidades para su equipo, Mas se enfrenta a un desafío inmediato: Messi, de 36 años, no puede jugar para siempre, y su inevitable marcha amenaza con deshacer el progreso del Inter de Miami.

"Somos conscientes de la oportunidad que tenemos ante nosotros", afirma Mas. "Necesitamos asegurarnos de mantener a los fanáticos, con Messi o sin Messi".

 

En retrospectiva, Mas es un inesperado artífice de posiblemente el acuerdo más importante de la historia del fútbol estadounidense, teniendo en cuenta que este deporte no fue ni mucho menos su primer amor. El millonario, nativo de Miami e hijo de refugiados cubanos, creció como fanático del béisbol y aspiraba a jugar en la universidad antes de que una lesión de rodilla desbaratara su sueño. 

En su lugar, estudió administración en la Universidad de Miami y más tarde se unió a su padre, Jorge Mas Canosa, un líder legendario en la comunidad cubana del exilio, en la empresa de construcción de su familia. El joven Mas inició un periodo de evolución en la empresa, introduciendo computadoras y automatizando sus sistemas de facturación. 

Cuando el huracán Andrew diezmó el sur de Florida en 1992, aprovechó la oportunidad para reconstruir las infraestructuras del estado. Sentó las bases para una fusión inversa que creó MasTec en 1994. Hoy, la empresa, que cotiza en la Bolsa de Nueva York, genera unos ingresos anuales de 12.000 millones de dólares.

 

Como muchos fanáticos millonarios del deporte, Mas fantaseaba a menudo con la idea de ser propietario de un equipo. "El santo grial habría sido ser propietario de los Delfines [de Miami, de la NFL], pero la vida me llevó por donde debía", dice. Su momento llegó en 2018, tras una oferta fallida para comprar los Miami Marlins de la MLB. El comisionado de la MLS, Don Garber, llamó en frío a Mas, buscando un socio local que se uniera a Beckham para traer un equipo de expansión al sur de Florida. 

Al inicio meditó la oferta, sabiendo que sería una inversión arriesgada, ya que la mayoría de los clubes de la MLS perdieron dinero tradicionalmente. Sin embargo, tras reunirse con el ex capitán de la selección inglesa y hablar de su visión común, Mas aceptó unirse al nuevo grupo de propietarios. 

"Sabía que sentía una enorme pasión por nuestro deporte, que ama su ciudad y que tenía una gran visión de lo que podría ser la MLS en Miami",  afirmó Garber. "Así que fue una especie de amor a primera vista".

 

Incluso antes de que el Inter Miami debutara en 2020, Mas se propuso atraer a los mejores jugadores del mundo; empezó a reunirse con el agente y padre de Messi, Jorge Messi, en septiembre de 2019. Su persecución le llevó por Rosario, Argentina; Doha, Qatar; Barcelona y París mientras se disparaban los rumores de que el argentino se quedaría en Europa o se marcharía a Arabia Saudí. 

La tenacidad de Mas se vio recompensada el pasado mes de junio, cuando Messi anunció su próximo destino, creando una oleada de fandom en el sur de Florida. "Más gente se siente conectada con nuestra ciudad o quiere estarlo de un modo más profundo", dijo Craig Robins, un destacado promotor inmobiliario de Miami. "Miami se convirtió en una ciudad futbolística".

Pero las limitaciones de Messi ya se hicieron visibles. En octubre, el Chicago Fire atrajo a 62.124 aficionados al Soldier Field para ver a la nueva superestrella de la MLS, sólo para que fuera descartado por lesión minutos antes del saque inicial. También se ausentó del tramo de Hong Kong de la gira de pretemporada del club en febrero, para el que se habían agotado las entradas, lo que provocó intensas críticas de los fanáticos decepcionados. 

 

Un apretado calendario de competiciones para 2024 no hace sino aumentar la urgencia de que Mas planee el futuro de su franquicia más allá de Messi. No está claro cuándo colgará Messi los botines de la MLS. Tiene contrato para 2024 y 2025, con una opción para 2026, y Mas está "muy seguro" de que su estrella se quedará el año adicional, a pesar de que estará rozando los 40 años. 

En cualquier caso, no debería afectar a los ingresos por asociación del Inter Miami a corto plazo: Mas planeó que muchos de los contratos del club finalizaran en torno a la llegada de Messi para poder firmar otros más lucrativos, que según él durarán mucho más allá de la permanencia de la estrella. En los últimos meses, el Inter de Miami sumó pactos plurianuales con JPMorgan Chase y Duracell, además del acuerdo con Royal Caribbean.

Al igual que Pelé, que se unió al Cosmos en 1975, atrajo a otras estrellas internacionales del fútbol a Nueva York, Mas apuesta por el futuro del Inter Miami por su capacidad de atraer a otros jugadores de primera fila a su equipo. "El dinero no es ninguna consideración", dice. Y Miami tiene ciertas ventajas: clima cálido, atractivo cultural, ausencia de impuestos estatales sobre la renta y proximidad a casa para los jugadores latinos y sudamericanos.

 

Para 2027, Mas espera que la MLS tenga "entre 12 y 20 de los 100 mejores jugadores del mundo". También es un momento crucial, ya que la liga espera sacar provecho de la Copa Mundial de Fútbol de 2026, que se celebrará en 16 ciudades de Norteamérica. 

Su acuerdo mediático con Apple podría ser el elemento más crítico. A partir de un umbral de abonados no revelado, el gigante tecnológico compartirá ingresos con la MLS más allá de los 2.500 millones de dólares garantizados a lo largo de 10 años.

"Siento la responsabilidad de ayudar primero a la liga", afirmó Mas. “Esto no fue sólo cosa del Inter de Miami, sino de toda la MLS. Seguiré presionando todo lo que pueda por el beneficio general, la salud y el crecimiento de la liga”, concluyó.

Nota publicada en Forbes US.