Grandes petroleras y Silicon Valley se alían para aprovechar una oportunidad de negocio multimillonaria
Mientras los gigantes tecnológicos ponen servidores y chips, las petroleras aportan infraestructura y energía barata. El auge de la inteligencia artificial los une en una sociedad inesperada, pero rentable.

La necesidad de las grandes petroleras por mejorar sus márgenes y aumentar la eficiencia en un mercado energético inestable fortaleció su vínculo con las principales compañías tecnológicas. Esa alianza abrió una oportunidad que mueve miles de millones de dólares, y posiblemente mucho más.

Aunque el reclamo por una matriz más sustentable y con menos emisiones de carbono gana espacio, en el sector reconocen que el petróleo y el gas seguirán ocupando un lugar importante en la matriz energética durante varias décadas, por lo menos hasta mediados de este siglo.

De todos modos, se trata de una industria cíclica, muchas veces condicionada por conflictos geopolíticos y por el rumbo de las economías en los grandes centros de consumo global. Para poder lidiar con esa dinámica y, al mismo tiempo, responder a la presión social por sumar energías renovables y soluciones con bajas o nulas emisiones, el sector empezó a volcarse, cada vez más, a la tecnología.

Un nuevo escenario

La transformación que vivió la industria del petróleo y el gas en los últimos tres años fue, directamente, impactante. Hoy, las soluciones de mantenimiento predictivo permiten reducir los tiempos de inactividad en las refinerías, los drones con sensores de imagen monitorean miles de kilómetros de oleoductos, las utilidades de realidad aumentada y virtual se usan en la capacitación, y los gemelos digitales sirven para optimizar proyectos y procesos.

Las soluciones basadas en inteligencia artificial, los sistemas inteligentes para la gestión de carteras y los procesos de automatización avanzada ya forman parte del día a día. Y aunque la volatilidad del mercado sigue empujando hacia abajo el precio del petróleo, el sector puede ajustar costos en distintas áreas, pero no piensa achicar su inversión tecnológica ni recortar el capital destinado a ella.

En todo caso, un escenario de precios bajos empuja a muchos a sacar más provecho con menos. Es una idea que circula con fuerza en la industria y remite al uso de la tecnología para mejorar el rendimiento, la eficiencia, la sostenibilidad y, en definitiva, la rentabilidad.

En ningún otro lugar esta nueva orientación resulta tan evidente como en ADIPEC, el mayor evento energético del mundo, que se realiza cada año en Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos. El encuentro, que la semana pasada reunió a 240.000 personas y se lleva a cabo desde hace más de cuatro décadas, fue durante mucho tiempo una feria enfocada en perforación, ingeniería y política de hidrocarburos, con algunas menciones a otras fuentes de energía.

Eso cambió. En la previa de la última edición de ADIPEC, la anfitriona —la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dabi, conocida como ADNOC— firmó un acuerdo con Microsoft para integrar inteligencia artificial a lo largo de toda su cadena de valor.

Según informaron, ambas empresas "desarrollarán e integrarán conjuntamente agentes de IA" con el objetivo de impulsar operaciones autónomas y mejorar la eficiencia. El acuerdo también involucra a Masdar y XRG, que impulsarán proyectos de energía sostenible e infraestructura para acompañar la expansión de los centros de datos e inteligencia artificial de Microsoft.

"A medida que la IA continúa transformando la forma en que se crea y mejora el valor en todas las industrias, ADNOC, Masdar y XRG no solo están integrando la IA en cada capa de nuestras operaciones, sino que también estamos avanzando en los sistemas energéticos que alimentarán la propia IA", dijo el Dr. Sultan Al Jaber, director ejecutivo del grupo ADNOC, presidente ejecutivo de XRG y presidente de Masdar.

Y agregó: "A través de nuestra asociación con Microsoft, estamos desbloqueando nuevas oportunidades para impulsar el futuro de la IA, lograr un mayor rendimiento y preparar nuestro negocio para el futuro".

Un informe reciente publicado por ambas compañías señaló que una de cada cinco empresas del sector energético ya usa IA agentiva para automatizar decisiones complejas. ADNOC fue una de las primeras en incorporar IA generativa a nivel corporativo en noviembre de 2023, con la implementación de Microsoft Copilot.

Y no es solo Microsoft la que busca acercarse a las grandes petroleras. Buena parte de las principales tecnológicas, como Amazon, Google, IBM y otras, también dijeron presente en ADIPEC.

Su presencia, cada vez más marcada, coincidió con la de proveedores de ingeniería industrial, soluciones y software como ABB, Emerson, Honeywell, Schneider Electric y Yokogawa. Todas estas compañías vienen ampliando con fuerza sus ofertas de automatización industrial e inteligencia artificial para atender la demanda del sector.

La competencia entre proveedores se intensifica, con Medio Oriente —y en particular Emiratos Árabes Unidos— muchas veces al frente, según Peter Zornio, director de tecnología de Emerson.

La empresa está entre las que ofrecen plataformas operativas empresariales listas para integrarse con tecnología operativa y definidas por software. Estas herramientas digitalizan procesos físicos a lo largo de la cadena energética.

"Tres de nuestros clientes más importantes están en esta región. Oriente Medio es el área con mayor crecimiento en inversión de capital para proveedores de soluciones de automatización como nosotros. Como muestra de ese interés, el año que viene realizaremos por primera vez en Emiratos Árabes Unidos nuestro foro de liderazgo y contacto con clientes, el Emerson Exchange", dijo Zornio.

Y agregó: "Si bien la región está perceptiblemente adelantada en términos de inversión en inteligencia artificial y automatización, el sector energético global también empezó a reconocer el valor de optimizar cada barril de petróleo con software industrial y soluciones de automatización".

"Los operadores estadounidenses están adoptando un enfoque similar frente a los desafíos operativos propios. Por eso, la demanda de soluciones de automatización crece a nivel global y, en nuestra opinión, seguirá en niveles elevados", señaló Zornio.

A comienzos de este año, Emerson compró a AspenTech, un proveedor de software industrial. La operación se concretó poco después de que su competidor Schneider Electric adquiriera AVEVA y la retirara de la Bolsa de Londres.

Empresas rivales, como Honeywell o Yokogawa, también vienen ampliando su cartera de software, con una parte importante de su estrategia comercial enfocada en el sector de petróleo y gas. La búsqueda de lo que Zornio describió como "un barril de petróleo optimizado" o "una molécula de gas natural optimizada" también impulsó nuevas inversiones y movimientos financieros en la industria.

La mayoría de los bancos muestra ahora un interés abierto por trabajar con las grandes petroleras en su búsqueda por operar de manera más sostenible y eficiente, y al mismo tiempo mejorar sus márgenes. Representantes de veinte de los bancos internacionales más importantes —además de varios más pequeños— participaron en ADIPEC, junto con firmas de capital de riesgo, fondos de inversión privada y oficinas familiares.

Todos llegaron con la vista puesta en un futuro del sector energético atravesado por la tecnología, mientras robots se movían por los pabellones de la exposición y los proveedores de servicios en la nube ofrecían chocolates a los asistentes.

Un robot industrial recorre el piso de exposición en ADIPEC 2025 en Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos, el 4 de noviembre de 2025. ADIPEC 2025 / dmgevents.

 

"Se trata de realidades y oportunidades del mercado que la comunidad financiera y de inversión simplemente no puede ignorar", afirmó Siddharth Malik, socio gerente de Green Investors, una firma de inversión con sede en Hamburgo, Alemania, que colabora en la reducción del riesgo de proyectos energéticos para acelerar su viabilidad financiera.

La inteligencia artificial promete generar un cambio profundo en la industria del petróleo y el gas, que depende de la computación de alto rendimiento. En exploración y producción, su potencial está en el análisis de grandes volúmenes de datos sísmicos y geológicos, lo que permite prever con mayor precisión ubicaciones de perforación prometedoras, evaluar la calidad del yacimiento, optimizar las perforaciones y gestionar mejor los recursos.

En las etapas de transporte y refinación, se espera que herramientas como el mantenimiento predictivo, la planificación de la cadena de suministro, la optimización de refinerías y los sistemas de seguridad se beneficien en gran medida con los avances en inteligencia artificial.

Malik también coincidió con el clima empresarial que dominó ADIPEC respecto del potencial de la IA para incorporar múltiples variables, incluso factores geopolíticos. "Esto transformará la demanda de energía y la previsión de precios, lo que permitirá tomar decisiones comerciales más inteligentes y una mejor previsibilidad de los ingresos", afirmó.

¿Qué tan grande es "grande"? Pongámosle un número.

La alianza entre las grandes petroleras y las grandes tecnológicas es, sin duda, un asunto de peso. Pero todavía cuesta cuantificar con precisión la dimensión del negocio que puede generar hacia finales de la década.

En 2024, estimaciones basadas en distintas metodologías de valoración —elaboradas por consultoras y firmas de análisis de datos— calcularon que el mercado de la inteligencia artificial industrial y la automatización alcanza al menos los US$ 200.000 millones. Dentro de ese total, más de una quinta parte corresponde a inversiones en soluciones básicas de IA industrial, según algunos analistas.

Visitantes ven una pantalla digital en ADIPEC 2025 en Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos, el 5 de noviembre de 2025. ADIPEC 2025 / dmgevents.

De cara a los próximos años, se estima que el gasto en inteligencia artificial industrial podría superar los US$ 400.000 millones para 2030, con una tasa de crecimiento anual compuesta de al menos 8%, según el analista que se consulte.

Sin embargo, esa proyección parece conservadora frente a lo que está ocurriendo en el sector. Las estimaciones actuales parten del ritmo de adopción e implementación de tecnologías que ya están disponibles.

Pero la velocidad de la innovación y la posible aparición de nuevas soluciones probablemente afecten esa trayectoria y modifiquen los pronósticos de mediano plazo. A la vez, las grandes petroleras también están redefiniendo su perfil estratégico y avanzan hacia un modelo de grandes compañías energéticas.

En un escenario que cambia con tanta rapidez, ponerle un número preciso a la oportunidad de negocio resulta, en parte, arbitrario, según explicó Malik, de Green Investors.

"Cabe destacar que la IA ayudará a optimizar todos los aspectos de la generación de energía, tanto en las industrias tradicionales como en las nuevas: desde la planificación y el diseño de plantas hasta la construcción, el uso del suelo, la optimización de redes y los costos asociados a una energía estable, escalable y confiable", señaló.

En ese contexto, las grandes petroleras —o energéticas, si se prefiere— y las principales compañías tecnológicas aparecen cada vez más como socios inesperados. Por eso, tal vez no sea descabellado esperar...

 

*Con información de Forbes US