Coronavirus: el rol de la industria ante los desafíos venideros

Si 2020 ya asomaba como un año con múltiples desafíos para la economía de nuestro país y particularmente para la industria argentina, la precipitación de hechos que provoca la pandemia cambia la escala de estos retos pero no la sustancia.

Antes, durante y después de la propagación del COVID-19, recuperar la dinámica de la economía productiva es parte de la solución. Tanto para responder a la emergencia como para diseñar un proyecto de país a largo plazo, el potencial de la industria nacional juega un papel protagónico.

La tarea no era ni es sencilla: en los últimos ocho años el sector industrial cayó un 25% en términos per cápita. Además, el sector trabaja al 24% de lo que estaba produciendo previo a la pandemia. De esta manera, la producción diaria actual equivale a un cuarto de lo que se produce en situaciones de normalidad. Este es el territorio sobre el que Argentina tiene que desplegar su táctica y estrategia productiva para superar la crisis.

Sumado al contexto desfavorable, existen dificultades vinculadas a las obligaciones financieras e impositivas. Por ello, las medidas que se implementaron y aquellas que se vayan a tomar deben partir de una mirada que integre todas las problemáticas. En materia de financiamiento, para brindar rápidamente liquidez y mejorar condiciones de acceso al crédito; en materia impositiva, para que no se vea afectada la sostenibilidad de las empresas; y en lo que respecta a las medidas vinculadas a logística, producción y distribución, para dinamizar toda la cadena de valor de bienes esenciales.

Ahora bien, ¿cuál es el sustento de nuestro potencial? Tener industria es la primera de las fortalezas con las que Argentina cuenta para dar respuestas integrales a este contexto. Nuestro país posee un entramado productivo diverso y federal ?el tercero en Latinoamérica, detrás de México y Brasil?, capaz de responder a los requerimientos de un mercado interno que incrementa la demanda de bienes esenciales en situaciones como la que atravesamos. Alimentos, bebidas, medicamentos, artículos de higiene e insumos médicos son sectores en los que la industria argentina trabaja con estándares de calidad internacional, cuenta con una vasta experiencia y posee capacidad productiva.

Ese potencial del sector productivo se pone en juego en diferentes niveles. Además de generar empleo (aporta el 20% del trabajo asalariado privado), es también motor de las exportaciones con valor agregado ?la participación está por encima del 50%? y promueve tecnología e innovación a través de la inversión en I+D ?que representa el 57% de la inversión privadá.

Para una crisis que tiene impacto transversal en los planos sanitario, social, productivo y económico, la industria aporta respuestas que incluyen todas estas dimensiones. Con esta visión, la Unión Industrial Argentina conformó un comité de crisis integrado por autoridades y técnicos de la institución. Entre sus objetivos está el de monitorear cómo evoluciona la situación en todas las regiones y sectores productivos del país. Además, este comité dialoga con el gobierno nacional y los gobiernos provinciales, con entidades colegas, con gremiales empresarias de todo el mundo, y con organismos internacionales, como es el caso de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). A partir de este diálogo, la UIA establece un abordaje completo sobre el impacto de la crisis.

Tener industria es la primera de las fortalezas con las que argentina cuenta para dar respuestas integrales a este contexto.

En función de este trabajo institucional, la UIA presentó una serie de propuestas para abastecer a todo el país de forma segura, con protocolos de higiene y seguridad adaptados a cada industria. Además, se desarrolló un cronograma de normalización gradual para los sectores industriales que aún no retomaron su actividad. Uno de los objetivos de esta iniciativa ?que se lleva adelante junto al Estado y los trabajadores? es sostener la producción y el empleo de las más de 380.000 empresas que se encuentran en todo el territorio nacional.

En un mundo cuyos parámetros de certeza están en constante reconfiguración, sostener el empleo y preservar la dinámica del mercado interno son parte de las prioridades sobre las que hay que continuar trabajando. Los industriales están consustanciados con el compromiso de seguir produciendo para Argentina. Sobre ese compromiso, transformamos el esfuerzo productivo en un activo para que el país supere todos y cada uno de los desafíos de este contexto.

Por Miguel Acevedo Presidente de la Unión Industrial Argentina.