Cómo reconstruir la confianza en la comunicación social on line

La creciente accesibilidad de las plataformas sociales ha creado una dinámica completamente nueva en el ámbito de la comunicación en línea. La comunicación instantánea y la retroalimentación inmediata, a menudo no solicitada, se han convertido en comportamientos esperados en una gran cantidad de plataformas sociales digitales. En este nuevo ámbito, sin embargo, estamos perdiendo el contacto con el papel simple pero poderoso que juegan las plataformas sociales en línea para derribar las barreras espaciales y facilitar la comunicación. 



La facilidad de compartir contenido de forma pública y directa con las publicaciones de los demás en un foro público nos permite conectarnos, interactuar y, en general, permanecer conectados. A menudo, ello incluso permite conexiones que no serían posibles sin plataformas en línea. 



El papel de las plataformas sociales para facilitar las interacciones públicas es realmente significativo, pero lo que parece deslumbrante al exterior también tiene varios inconvenientes. Está la capacidad de publicar y comentar públicamente para aumentar la cantidad de negatividad encontrada en línea. La gente puede compartir sus opiniones, a veces negativas o hirientes, en este caso escondiéndose detrás de máscaras y sin responsabilidad. 



Esto interrumpe la dinámica de las plataformas sociales creando una experiencia en línea negativa y quitando el poder general de la conexión global. Especialmente, en los últimos años, hemos visto que el entorno global se vuelve cada vez más pesimista y poco cooperativo, y esto, combinado con los comentarios despiadados en curso, ha llevado al abuso en línea y a influencias negativas. 



Documentales como Social Dilemma nos han mostrado el incomprensible y negativo impacto que las plataformas sociales pueden tener sobre la humanidad, en su mayoría relacionados con el acoso. 



Interacciones en las redes sociales en línea y la negatividad asociada 

Un estudio reciente realizado por Microsoft (Microsoft Research 2020) arrojó los siguientes resultados: 

-El 47% de las personas en línea experimentan negatividad 

-El 26% de la muestra experimenta negatividad general en línea (el doble de la cantidad reportada desde 2016) 

-El 22% de los cibernautas ha informado de la descortesía en línea en algún momento, citando el aumento de ataques personales, comentarios negativos y la difusión de información engañosa como la causa principal. 


Esta negatividad, en general, proviene de completos extraños que se esconden detrás de la pantalla y que pueden tener poca o ninguna conexión con la persona receptora o incluso con el tema. Estudios recientes han sugerido que las personas están más inclinadas a reprender a otros en línea, lo que crea una nueva forma para, en pocas palabras, acosar y agredir. 

Esto ha tomado lo que estaba destinado a ser una forma de romper las barreras a las conexiones y lo ha convertido en una amenaza completamente nueva: la negatividad que penetra en nuestra conciencia. La conclusión es que debemos devolver la interacción en línea al principio y reconstruir la confianza mundialmente. 



Un punto de partida para reconstruir la confianza 

Actualmente, existe una necesidad urgente de que recuperemos las interacciones positivas en línea a través de las plataformas sociales. Como raza humana hemos llegado muy lejos y hemos creado una forma en la que podemos relacionarnos entre nosotros a través de los océanos, sin barreras. Por lo cual no podemos permitirnos perder esta capacidad de comunicación, debido a la negatividad, e intentar volver a la comunicación social en su forma más simple. 



El mundo necesita una plataforma social que nos lleve de vuelta a los fundamentos: donde los miembros puedan interactuar de forma privada y positiva, donde podamos construirnos unos a otros en lugar de derribarnos, donde podamos evitar interacciones con el trol enmascarado anónimo, y donde podamos volver a los conceptos básicos de la comunicación. 



La confianza llegará con el tiempo y con un cambio 

Reconstruir la confianza requerirá un gran cambio en la forma en que operan las plataformas sociales y este cambio debe traer un cierto nivel de privacidad en la forma en que las personas se comunican. Esto podría ayudar a las personas a recordar que la comunicación en su forma más simple es el intercambio de información con un propósito. La comunicación no es expresar una opinión despectiva, hiriente, antipática o dañina por el gusto de hacerlo. 



¿Qué pasaría si nos comprometiéramos a facilitar la comunicación directa y privada, en lugar de abrirnos al público para comentar? Permitiría que las personas sean vulnerables y abiertas, facilitando un diálogo abierto y una conversación privada sin que todo el mundo intervenga; y limitar los comentarios negativos de extraños que ofrecen opiniones no solicitadas. 



También existe una creciente necesidad de utilizar tecnología ética para impulsar contenido positivo, que es fundamentalmente para reconstruir la confianza y la positividad. La gestión de contenido impulsada por la tecnología ética y basada en la inteligencia artificial puede ayudar a crear comunicaciones lo más libres posible de contenido ofensivo y abusivo. 



Lo anterior no sugiere que debamos limitar la capacidad de comunicación de cualquier persona, sino simplemente que debemos pensar en la moderación como una forma de promover la comunicación positiva. Puede ayudar a aumentar las interacciones positivas, previene la propagación de la negatividad, especialmente el acoso; y ayuda a detener la difusión de información inexacta y dañina, creando así un entorno más seguro para que las personas interactúen. 



Al utilizar formas en que los usuarios pueden verificar sus identidades, podemos recuperar un mayor nivel de comodidad sabiendo que están conversando con una persona real, lo que hace que las interacciones sean más genuinas y auténticas. 



Resumiendo: 

El desafío es volver a las redes sociales en línea positivas, con una interacción más segura y privada donde podamos ser abiertos y vulnerables. Estamos preparando el camino para hacer precisamente eso: volver a los fundamentos, recuperar la positividad y devolverle a la interacción social digital su poder para conectar a las personas de todo el mundo.