Cómo los líderes pueden apoyar a sus equipos en tiempos difíciles

Desde una pandemia global hasta las protestas sociales, desde una catástrofe climática hasta la devastadora situación actual en Ucrania. Reconocer que los últimos años han sido desafiantes sería quedarse corto.

Es comprensible que estos acontecimientos afecten a nuestros equipos. Sumados a los factores estresantes cotidianos, de la vida personal y laboral, no es de extrañar que muchos hayan visto sobrepasada su capacidad de afrontar situaciones adversas.

Al mismo tiempo, los propios líderes también se ven inmersos en este contexto turbulento, al cual se suma la presión de querer estar para sus equipos.

 

¿Cómo hacer lo mejor para todos? Priorizar el propio bienestar

 

Los asistentes de vuelo le indicarán que se coloque su propia máscara de oxígeno antes de ayudar a los demás en caso de una emergencia. Lo mismo ocurre en el lugar de trabajo: en momentos de crisis sólo se puede cuidar de los demás si primero nos cuidamos a nosotros mismos.

Los buenos líderes fomentan el autocuidado dentro de sus equipos, pero, no siempre son consistentes al momento de practicarlo con ellos mismos. Las limitaciones de tiempo o la creencia de que admitir su vulnerabilidad equivale a ser un líder menos competente, suelen ser factores que influyen a la hora de no priorizar el propio bienestar.

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Como referentes pueden liderar con el ejemplo, también en el autocuidado. El cuidado personal reduce el estrés, aumenta la productividad y genera empatía. Un líder efectivo sabe cómo regular sus propios niveles de estrés y emociones en momentos desafiantes para poder ayudar a sus equipos a hacer lo mismo.

Cuando se trata del cuidado personal, diferentes estilos funcionan para diferentes personas. Para algunos, podría incluir una la meditación matutina, para otros la actividad física, una actividad creativa o incluso un momento de conexión con un ser querido. Lo que sea que funcione para cada uno, que demuestre que se ha tomado el tiempo para cuidar su estado emocional, envía un fuerte mensaje a su equipo para que siga su ejemplo.


Establecer procesos en el equipo para trabajar en tiempos difíciles


Las palabras de apoyo son importantes, pero las personas también necesitan consejos prácticos y estrategias que los ayuden a desarrollar su conjunto de herramientas emocionales en períodos de angustia. Por eso es una buena idea desarrollar un programa de recursos y actividades fácilmente disponibles que ayuden a aliviar el estrés y aumentar la conexión, como implementar reuniones 1 a 1, entrenamientos virtuales y espacio para discusiones grupales. Estas prácticas ayudan a establecer seguridad psicológica en el equipo, fomentando la creencia de que expresar sus sentimientos y temores será bienvenido.

Durante estos tiempos es aún más importante establecer límites para los equipos que ya están sobrecargados. Acordar las prioridades, y definir qué proyectos y objetivos se pueden posponer. Lo mismo debe aplicarse a cada miembro del equipo: elaborar con ellos un plan de lo que pueden lograr de manera realista y lo que necesitan de sus colegas y líderes durante este momento de dificultad.

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Estar atento a las diversas formas en que los equipos expresan y procesan el trauma 


El trauma y el estrés se manifiestan de múltiples maneras y existen muchos mecanismos para afrontarlos. Entonces, la pregunta es, ¿cómo puede un líder responder de manera efectiva a las reacciones individuales de cada miembro del equipo?

La mejor manera es fomentar la apertura y una política de puertas abiertas, asegurándose de ofrecer check-ins, tanto grupales como individuales. El equipo necesita percibir que siempre habrá espacio para discutir sus problemas y, al mismo tiempo, no presionarlos para que compartan si no se sienten cómodos haciéndolo. Algunos pueden ser expresivos y quieren que su líder actúe como una caja de resonancia emocional, otros pueden querer continuar con "business as usual". Por supuesto, ambas reacciones están bien. Estos registros deben ofrecerse regularmente para mostrar que no son solo gestos realizados por deber, sino que provienen de un lugar de atención genuino.

Es válido sentirse estresado, abrumado y confundido como líder respecto de cómo guiar y apoyar mejor al equipo en tiempos de crisis. Recurrir a estas herramientas compartidas, y a muchas más que sin duda podrán identificarse, permitirá navegar estas aguas desafiantes con mayores recursos.

 

*La columna fue escrita por Danila Cordero, Principal Project Manager en intive