Forbes Argentina
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Negocios
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06 Enero de 2020 09.00

Los 60 emprendedores argentinos de Entrepreneurs? Organization se reúnen todos los meses para compartir experiencias y ayudarse profesional y personalmente. Cómo funciona esta comunidad internacional de empresarios y por qué lo más difícil es “liderarse a uno mismo”.

En la persona, en la empresa, en la familia, en la comunidad. Entrepreneurs? Organization nació a fines de los 80 en Canadá y Estados Unidos como una red de dueños de empresas que pongan foco en esos cuatro puntos. A diferencia de otras organizaciones, explica Agustín Linenberg ?CEO de Aerolab y presidente del capítulo argentino de EO a partir de julio de 2020?, “está hecha por emprendedores para emprendedores”. Su idea central es formar líderes que compartan sus valores: confianza y respeto, sed por aprender, audacia y un propósito para impactar en la sociedad y colaborar con su desarrollo. Junto a Linenberg, Pablo Potente, presidente en funciones de EO y dueño de Freemount Group, y Daniel Soldan, fundador y CEO de emBlue y presidente electo para 2021 de EO, se reunieron con Forbes para hablar de la organización que dirigen y compartir sus ideas sobre los desafíos de emprender y la responsabilidad de ser un líder 24/7.

Del capítulo participan empresarios como Helga Yasci de Essen, Matías Botbol de Taringa!, Franco Silvetti de Restorando (actualmente, The Fork) o Diego Noriega de Zelzet. En el resto del mundo, que cuenta con 14.000 integrantes de todo tipo de industrias en más de 150 ciudades, entre sus miembros más prominentes está el dueño de Virgin, Richard Branson. Los requisitos para ingresar son una facturación anual mayor al millón de dólares, ser dueño y tener control operativo sobre la empresa, compartir los valores de EO y obtener la aprobación unánime de los miembros del capítulo. “Cuando llegás a EO tenés que dejar atrás todo lo que llevás y estar en un estado de aprendizaje. Cabeza, corazón y alma para aprender”, dice Soldan. Es una premisa básica para participar de los foros, grupos de no más de 8 integrantes que se reúnen una vez al mes durante 4 horas para compartir experiencias, problemas e inquietudes del plano profesional o personal.

La metodología que utilizan es la de la Gestalt: “Ante un tema planteado por alguien no podés opinar directamente sino ponerte en los sentimientos de la persona. Buscar una experiencia que te haya generado ese sentimiento a vos y pensar cómo saliste adelante. Ahí es donde se da el verdadero peer to peer”, explica Soldan. En estricta confidencialidad, los participantes hablan sobre financiamient , procesos de venta de empresas, conflictos en equipos o conflicto culturales en un mercado extranjero, pero también sobre cómo combinar la paternidad con el trabajo, las relaciones de pareja, el manejo del estrés y hasta de la salud. “Es muy interesante porque compartís con personas en las mismas situaciones que vos pero muy diversas entre sí. Entonces, cuando planteás un problema tenés perspectivas y experiencias desde lugares distintos”, agrega Linenberg, el más joven de los tres. Distintas edades, géneros, tamaños de empresas. Los más nuevos acceden a los aprendizajes de los más experimentados, y los más grandes se nutren de de nuevas ideas.

EO es, a la vez, una gran ventana al mundo. “Nosotros hablamos de Instimacy (corto para Inmediate Intimacy): se da entre ?eoers? estén donde estén, con personas cualquier lugar del planeta que comparten los mismos valores que vos”, explica Potente. “Enseguida conectás. Y por eso EO es un muy buen lugar para abrir mercados, conectar para exportar más. Es una gran comunidad global y, si tenés eso en mente, es muy útil”, destaca. “Pero no es solo un networking”, dice Linenberg. “Vos sabés que compartís algo más con esas personas. No estás en EO para hacer negocios.  Si pasa, pasa. Pero lo más importante es compartir esas experiencias y aprendizajes”. En contacto con empresarios de todo el mundo, Soldan descubrió que a los argentinos “nos ven como los más profesionales dentro de la región, con mucha experiencia, pero todavía pensamos muy local”. “Yo creo que las empresas argentinas dejaron de mirar solo adentro y ya piensan en la región”, señala Potente. “Pero si hablás con alguien de Israel, por ejemplo, para ellos su mercado es todo el mundo”.

Además de los foros (y un podcast en Spotify), EO mantiene un programa de competencias para estudiantes universitarios (Global Student Entrepreneur Award) y otro para emprendimientos  que  facturen  más  de  US$ 250.000 llamado Accelerator, con el que acceden a coaching y mentoreo.

“Es una especie de semillero para EO”, dice Potente. Además, EO tiene programas ejecutivos en las mejores universidades del mundo (Wharton, Harvard, LBS, MIT) pensadas para eoers, y una agenda de contactos y speakers de primer nivel: “Tenemos casos en Argentina de gente que se entrevistó con un secretario de Trump; estuvimos con Obama, nos visitó Steve Wozniak (el cofundador de Apple). Esa red global te permite, si vos querés ir a hacer negocios a China, estar a un teléfono de distancia”. Pero lo que más destacan es la curva de aprendizaje y la contención que proveen los foros: “Tuvimos cuatro exits muy buenos este año: Restorando fue adquirida por Tripadvisor; Taringa por RSK; Herolens por Innovid y ClickOn/Agrupate por un inversor privado. M&A es un proceso muy estresante, y creo que EO fue muy importante para ellos como personas, para tomar la decisión de vender y hacerlo bien, todo en un año complicado”, dice Linenberg.

EMPRENDER PARA SIEMPRE

“Lo más difícil de liderar es a uno mismo”, dice Soldan. “Primero tenés que concentrarte en cuáles son tus objetivos a largo plazo para después liderarte a vos mismo para llegar a eso. Y esos objetivos tienen que ser auténticos, los tenés que sentir. La diferencia entre un emprendedor y un líder es la intención. Tenés que asumir que eso que tenés es una bendición y una responsabilidad. Y si la tomás es para siempre, desde que te levantás hasta que te dormís. Porque el que te está mirando está reflejando tu luz”. Para los tres, emprender es liderar. “El tiempo, de por sí, no cambia nada. Para que cambie algo hacen falta líderes, y en este momento, donde Argentina necesita exportar, creo que tenemos una misión clara”, cierra Potente.

Mirando a sus compañías, ¿de qué están más orgullosos?

Linenberg: En mi caso, mi empresa se dio como sentíamos que tenía que ser sin mirar tanto el manual. Obviamente, después aprendimos, pero nunca perdimos esa esencia. Siento que construimos el lugar donde yo quería trabajar.

Soldan: Después de tanto tiempo, veo que con toda la gente que trabajó con nosotros se generó un clima en el que todos se pudieron desarrollar personal y profesionalmente. Y además, no te digo que somos amigos, pero armamos un grupo que terminó siendo una red de contención en la que, si a alguno le pasa algo, el otro va a estar ahí para ayudar.

Potente: Sin querer, o quizás es un querer inconsciente, son muchas las vidas que estuvieron vinculadas al emprendimiento. Y el enriquecimiento fue mutuo, de las personas al emprendimiento y viceversa. De nuestra empresa salieron matrimonios, hijos, un montón de cosas que no eran el sentido de la empresa. Surgieron cosas muy lindas.

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