Mientras el Congreso de Estados Unidos siguen tratando de definir cómo van a regular a Libra, la nueva moneda de Facebook, el proyecto sufrió grandes traspiés en los últimos meses: más de un cuarto de los socios originales se retiró en plena evaluación de los entes reguladores.
Qué está pasando
El proyecto, que sería supervisado por una coalición de empresas (la Libra Association), comenzó con 28 miembros corporativos, pero el rechazo de entes reguladores y funcionarios del Gobierno comenzó a achicar esa cifra.
El 4 de octubre, PayPal se transformó en la primera empresa en abandonar la coalición, un golpe particularmente simbólico porque David Marcus, director de Facebook Libra, fue presidente de PayPal.
Lo peor llegó una semana después, cuando también retiraron su apoyo varias de las empresas de pagos más grandes del mundo, como Visa, Mastercard, Stripe, Mercado Pago e eBay.
Brooking Holdings, dueña de los sitios de viajes Booking.com, Priceline y Kayak, abandonó la iniciativa unos días más tarde.
Tras perder a siete de sus socios más grandes en menos de un mes, ahora Libra tiene 21 miembros, entre ellos Uber, Lyft, Spotify, Vodafone y la inversora de capital de riesgo Andreessen Horowitz.
Como Facebook está dando señales de que seguirá adelante, la iniciativa tendrá que apoyarse ante todo en empresas de pagos más pequeñas, inversoras de capital riesgo, asociaciones sin fines de lucro y proveedores de telecomunicaciones.
Última novedad: El domingo, en otro revés estratégico debido al creciente escepticismo por el lanzamiento de su nueva moneda digital, Libra, Facebook afirmó que en vez de crear una nueva moneda sintética global, el proyecto podría usar criptomonedas ligadas a monedas nacionales como el dólar o el euro.
El contexto: Desde que anunció la iniciativa en junio, Facebook quedó bajo la lupa por sus planes para crear una red de pagos global basada en una criptomoneda. Desde el vamos, Libra sufrió un fuerte rechazo de legisladores y entes reguladores financieros que no saben bien cómo regular la propuesta y manifestaron su preocupación por la privacidad.
Traducción: Santiago Farrell
