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Liderazgo
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Xinca, el emprendimiento mendocino que cosecha todos los premios por sus zapatillas recicladas hechas a base de neumáticos.

02 Mayo de 2017 15.11

Xinca, el emprendimiento mendocino que cosecha todos los premios por sus zapatillas recicladas hechas a base de neumáticos.

Tenemos que cambiar la manera en que encaramos los negocios: cómo consumimos, cómo trabajamos, cómo producimos”, sostiene Ezequiel Gotti, quien, en el 2013, se juntó con Alejandro Malgor y Nazareno El Hom para crear Xinca.

Los tres amigos y socios mendocinos no se quedaron en palabras. Su afán por un proyecto comprometido con la integración de personas y el cuidado del ambiente los llevó a definirse como empresa de triple impacto de modo irrenunciable, para mostrar que se puede tener una renta de otra manera.

Así, crearon una empresa que emplea gente en situación vulnerable y fabrica zapatillas y mochilas con materiales reciclados. Su materia prima estrella: los neumáticos en desuso que, según cifras del INTI, en la Argentina ascienden a 100.000 toneladas anuales.

Con una inversión inicial de $ 700.000 y casi 20.000 pares de zapatillas fabricadas desde el inicio de sus operaciones, Xinca cerró el 2016 con una facturación de $ 1.200.000 y ahora apuntan a fabricar 1.500 pares por mes en el 2017.

Zapatillas recicladas

“Parte de nuestro valor viene por nuestra impronta ambiental. Una de nuestras suelas es 100% de un insumo del neumático, que recuperamos de lugares de desecho y enviamos a triturar. Con esa goma triturada, se fabrican las suelas. Desde que comenzamos, reciclamos más de 13 toneladas de neumáticos, dos toneladas de bladder (residuo de la construcción de neumáticos) y casi dos toneladas de residuos textiles”, cuenta Ezequiel, y enseguida aclara que el diseño es otro punto clave: “Somos conscientes de que, más allá del concepto, de lo que hay atrás, el producto tiene que ser estéticamente agradable. No por ecológico tiene que ser feo ni más caro”.

La comercialización de los productos se realiza por diferentes canales, como el eCommerce en la propia página de Xinca, por Mercado Libre y a través de acciones comerciales temporarias, como las que llevaron adelante con Villavicencio, Boca Juniors o el Municipio de Quilmes, que promueve la compra responsable en la reposición del calzado de seguridad que, por ley, las empresas de rubros como minería y petróleo tienen que hacer cada seis meses.

Además, este año, el canal físico tendrá un fuerte impulso: “Tenemos una excelente relación con la marca Patagonia y vendemos nuestros productos en su tienda de Buenos Aires. Para el 2017, proyectamos un crecimiento del 40%, ya que estamos avanzando para sumar ocho puntos de venta en Chile, uno en Uruguay y otros dos en España. Pero, como con todo proceso de exportación, nos enfrentamos a una serie interesante de desafíos de producción y habilitaciones”.

Los desafíos

Sortear los desafíos parece ser la especialidad de los fundadores de Xinca, que hace dos años lograron la certificación como Empresa B a través de Sistema B, organización que aglutina emprendimientos con triple impacto: ambiental, social y económico. Esto implica que sus decisiones de negocios no son guiadas solo por las ganancias, y como consecuencia, muchas veces se encuentran desarrollando estrategias de negocio alternativas a lo que dicta el clásico sentido común corporativo.

“Desde la lógica netamente productiva, a cualquier entendido, nuestro proceso puede llegar a parecerle una locura. Hemos tenido productos cortados en una organización y ensamblados en nuestro taller, a 35 kilómetros, cuando perfectamente se podría hacer todo junto o tercerizar toda la producción por un costo menor”, ejemplifican.

Es que en su modelo es esencial el impacto social. Para eso, Xinca trabaja principalmente con dos agrupaciones en Mendoza: Mujeres Rurales, a quienes les tercerizan costura y corte, e Impulso Social, pequeño grupo productivo y autogestionado ya establecido que colabora con diferentes tareas del armado de los productos. Además, a través de un acuerdo con la provincia de Mendoza, revalorizaron el programa de Unidad Penitenciaria Productiva en el Penal San Felipe, para darle un propósito concreto con características de empresa privada.

“El 90% de la gente que hoy está en la cárcel, en algún momento, va a regresar a la sociedad. Como empresa, buscamos colaborar en determinar qué clase de personas lo hacen. La reincidencia nos perjudica a todos”, argumentan.

A cambio de estos servicios, Xinca paga un monto al Estado por unidad producida, se hace cargo de las capacitaciones a los internos y brinda espacios dentro del taller para otras actividades. Actualmente, trabajan con 32 presos y se proponen plantear objetivos de desarrollo que vayan más allá de lo laboral.

Sustentabilidad y trabajo

“Además de dar oficio y trabajo, queremos generar bienestar”, se entusiasma Ezequiel y agrega: “Si bien planteamos soluciones a problemas específicos, necesitamos multiacción de diferentes sectores para lograr un cambio significativo”.

En ese sentido, otra meta para este año es crear, junto con la provincia, un taller extramuro para darle oportunidades de trabajo a quienes salen en libertad. “Desde nuestra lógica, pensamos que el modelo más atractivo iba a ser que cada interno tuviera su tallercito en la casa, pero nos vienen repitiendo que prefieren tener un espacio compartido adonde ir”.

Mientras tanto, disfrutan de la satisfacción de haber podido generar una alianza con la Organización Espartanos que, a través del rugby, inculca valores, trabajo en equipo y buenos hábitos a personas privadas de su libertad. Kiko y Fer, dos espartanos graduados, acaban de abrir un local exclusivo de Xinca cerca de la estación de tren de José C. Paz, en Buenos Aires.

En su corto recorrido, Xinca viene demostrando que su modelo es viable y que el mercado está cada vez más interesado en emprendimientos así. También parecen estarlo las organizaciones globales, el Gobierno y hasta las empresas. Porque la lista de reconocimientos de Xinca es larga, e incluye premios gubernamentales, invitaciones de las Naciones Unidas y hasta un lugar entre los finalistas del concurso para start ups Chivas The Venture.

El propio inicio de Xinca estuvo relacionado con un premio: fueron los ganadores de la primera edición de El emprendedor del millón, el reality de Telefe. “Tratamos de contextualizar los reconocimientos, cada uno te ofrece oportunidades maravillosas según la etapa en la que estés.

Con Chivas, ahora se nos presenta la chance de exposición mundial y posicionamiento de marca”, sostiene Ezequiel acerca de la posibilidad que les dio la firma de whisky de representar a la Argentina en la segunda etapa del certamen, que incluye participar en la Accelerator Week en Oxford junto a otros 35 emprendimientos sustentables de todo el mundo.

En este proceso en franca aceleración para transformar el mundo de pies a cabeza, es bueno saber que los pies ya están cubiertos.

Por Ignacio Valencia Ru

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