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20 Noviembre de 2016 23.38

Tras la victoria de Donald Trump el 6 de noviembre, la cotización del oro tuvo un rally alcista hasta superar los US$ 1300 la onza para después volver a acomodarse en el rango de los US$ 1210. Los pros y contras de refugiarse en el metal.

La incertidumbre que genera el triunfo electoral de Donald Trump en Estados Unidos generó un inmediato "vuelo a la calidad" (fly to quality según el término en inglés de la jerga financiera) hacia el activo refugio más antiguo del mundo: el oro. Esto hizo que a tres días de la victoria, la onza alcanzara una cotización de pánico US$ 1337,40. Y, si bien una semana después su precio se reacomodó en un valor en torno a los US$ 1210, el metal se perfila como una opción válida para los inversores, aunque no para todos. Entonces, invertir en oro ¿sí o nó

Por qué sí

En contextos de alta inflación como el de la Argentina, el oro es reserva de valor porque cotiza en moneda dura. Pero incluso para las economías desarrolladas el oro es el típico refugio de los inversores cuando perciben sus monedas debilitadas o la economía inestable. Lo concreto es que, si bien el precio de la onza de oro cayó tras dispararse con el ascenso de Trump, las dudas que generan las medidas económicas que vaya a implementar pueden provocar una nueva estampida. Según dijo Martin Arnold, estratega de ETF Securities, a Reuters, la incertidumbre en torno a la política económica en Estados Unidos es “terreno fértil para el oro”.

Por qué no

La decisión de apostar al oro se basa exclusivamente en el miedo o en la especulación. Pero lo cierto es que cumple la función sólo de refugio ya que, a diferencia de los bonos y acciones, el metal no paga intereses ni dividendos y tampoco hay garantías de que su precio vaya a subir. De hecho, para Arnold "la confianza está aumentando por la altísima probabilidad de que la Fed suba las tasas de interés en diciembre”. Un aumento de la tasa de interés en Estados Unidos impactaría hacia la baja en el valor del oro ya que, precisamente por no generar intereses, incrementa el costo de oportunidad de mantener esa inversión, lo que haría a los inversores vender sus tenencias en pos de lograr una mayor rentabilidad.

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