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05 Noviembre de 2018 19.13

El presidente Macri anunció que el PAMI dejará de intermediar la compra de medicamentos con las cámaras farmacéuticas. A partir de ahora, se licitará por rubro para la negociación individual con los laboratorios.

Los laboratorios y el Gobierno se vieron envueltos este año en un conflicto inédito en los 47 años de historia del PAMI. La obra social de los jubilados manejará este año un presupuesto de $ 145.000 millones para atender a sus casi 4,8 millones de afiliados. Aún siendo el quinto presupuesto en importancia del Ejecutivo, la entidad pierde $ 900 millones mensuales. Desde diciembre de 2015, la gestión de Mauricio Macri se dedicó a descubrir y cerrar los “agujeros negros” de fondos. Según el extitular del organismo Carlos Regazzoni, hubo un “plan de robo sistemático” en el PAMI que lleva más de 30 años. Primero fue el turno de quienes cobraban internacionales que nunca se realizaban, mafias que recibían medicamentos oncológicos gratis para 7.500 ancianos fallecidos, el hallazgo de 16.000 sillas de ruedas abandonadas en un galpón y hasta cobros millonarios por la “implantación” de DIUs a miles de abuelas.Luego, tomó el timón Sergio Cassinotti, quien llegó “curado de espanto” tras su paso por el IOMA, una de las cajas políticas bonaerenses que podrían llevar a prisión al exgobernador Daniel Scioli y a sus interventores. Su misión fue aplicar el ajuste a los medicamentos, que tuvo sus coletazos en Tribunales y el Congreso, e ir por los “peces gordos”: los laboratorios. El PAMI brinda 100% de cobertura para sus afiliados que cobran 1,5 haberes mínimos; es decir, más de 1,5 millones de personas.

A comienzos de 2018, el PAMI redujo esas bonificaciones y firmó un acuerdo de precios con la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA) y la Cámara Empresaria de Laboratorios Farmacéuticos (Cooperala), quienes intermediaban en la compra oficial de medicamentos, que se lleva más de un tercio del presupuesto del organismo estatal. El Gobierno pidió una quita de hasta 40% en el precio de los medicamentos y finalmente el acuerdo comenzó a regir en abril, luego de semanas de tensas negociaciones.

Pero la corrida cambiaria de mitad de año se llevó por delante el acuerdo, ya que los laboratorios -muchos de los cuales importan sus productos- se vieron imposibilitados de cumplir con la lista de precios y rescindieron el convenio en forma unilateral. La respuesta de Mauricio Macri fue implacable: anunció que ponía fin a la compra de productos a través de las cámaras y que comenzaría a licitar la adquisición de medicamentos por rubro. Desde el Gobierno aseguran que el nuevo sistema “transparentará” el escenario y creará una “competencia sana” entre los laboratorios. En las empresas, dudan que haya mayor eficiencia y menores costos al licitar en forma individual y advierten por lo bajo sobre la calidad de los medicamentos que ganarán las contiendas licitatorias. Las consecuencias reales, sin embargo, todavía están por verse.

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