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Tiempo de valientes: lo que dejó el mercado de seguros en el 2019

Forbes Digital

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07 Enero de 2020 09.30

El mercado del seguro sucumbió este año por el contexto macroeconómico, aunque vive su propia revolución digital. Ejecutivos de aseguradoras y brokers hacen su balance anual. Por qué les fue bien a los que innovaron.

Difícil. Desafiante. Flojo. Complicado. Así, en una palabra, más de una decena de ejecutivos de la industria del seguro resumen la performance del mercado durante 2019. Su condición de CEO les impide apelar al lenguaje soez. Pero igualmente parecen pensarlo: algunos, casi enojados, dicen no querer hablar; otros están expectantes del nuevo gobierno. Incluso hay varios optimistas que apelan a la creatividad para “salvar el año”. Para todos, el sector sucumbió en medio de lo que Aldo Álvarez, presidente de Noble Compañía de Seguros, menciona como “otra catástrofe sistémica” de la economía argentina. La inflación, recesión, el “sube y baja” de las tasas de interés, la falta de opciones de inversión y la devaluación terminaron hundiendo los resultados técnicos de buena parte de las compañías. Hacia adelante, todavía queda un resto de iniciativa: los players se diversifican cada vez más, y sectores olvidados durante décadas, como el de los seguros de vida, comienzan a despertarse con algunos incentivos fiscales. Y la tecnología, otra vez, da sus frutos para los que saben aprovecharla. Con  todo, el sector impulsa en conjunto una mayor conciencia aseguradora, de la mano de los seguros no obligatorios y los servicios on demand.

“La industria conoce de vaivenes, termina un año desafiante, pero sin duda con nuevas oportunidades”, comienza Diego Guaita, CEO de Grupo San Cristóbal, quien reconoce  que  el  foco  del  sector  hoy  pasa por “mejorar los resultados técnicos” y “adecuar las primas a los costos que tiene el sector”. El desfasaje es muy grande. Según cifras oficiales, a junio de 2019, la producción de seguros alcanzó los $ 451.252 millones, con un incremento nominal del 33% respecto al ejercicio  anterior. En el mismo periodo, la inflación fue de 55,8%, lo que “pone en evidencia que el negocio está en rojo”.

En seguros, explica Guaita, los costos y los gastos capturan con mayor velocidad que los ingresos los cambios abruptos en la evolución de precios, y es por ello que, en términos de resultado técnico, “habrá que redoblar esfuerzos”. Cuando en los próximos meses lleguen los balances, los números rojos inundarán los finales de línea de las compañías, aunque no se verán afectados en la magnitud correcta, ya que la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) habilitó a que los financieros mantengan parte de su inversiones a valor amortizado. Diego Squartini, gerente general de Supervielle Seguros, destaca que “los años electorales suelen llevar consigo muchos escenarios diversos”, lo que, sumado al contexto, los obligó a “recalcular y repensar las estrategias” a fin de alcanzar los objetivos. Asegura que la rapidez  de reflejos les permitió captar algunas oportunidades. En especial, invirtieron en tecnología para el manejo del negocio a nivel central y para los vendedores online y presenciales. Su fuerte es Patrimoniales, donde dividen el portfolio en cinco categorías: Consumo, Renta Masiva, Renta Alta, Pymes y Previsional.

A junio de 2019, la producción de seguros alcanzó los $ 451.252 millones, con un incremento nominal del 33   respecto del ejercicio anterior.

Gonzalo Santos Mendiola, CEO de Seguros SURA, dice a su turno que este año crecerán en primaje apenas un 39%, en línea con el mercado. Sin embargo, viene expandiéndose cerca del 60% anual en las líneas comerciales, como Transporte, Ingeniería, Cascos y Property, su fuerte más allá del rubro Automotor, muy golpeado este año por la caída en ventas de cero kilómetros y la devaluación.

SALVANDO EL AÑO

Mientras la industria espera una caída general, en términos reales, del 12% al 15% este año, otras empresas celebran haber tomado las medidas correctas a tiempo. Una de ellas es Colón, cuyo CEO y fundador, Eduardo Iglesias, asegura a Forbes que venderán en 2019 un 82% más que en 2018, pese a haber sido un año “difícil”. Los márgenes técnicos de Colón y eColón tampoco sufrieron lo suficiente, ya que privilegiaron activos líquidos de muy corto plazo y con base en instrumentos de la región (por norma, las compañías pueden invertir en activos financieros locales y de algunos países sudamericanos).

¿Cuál fue la receta del éxitó Nuevos seguros  patrimoniales  ?como el de motos?  de  rápida  cotización  y fácil contratación. Su división digital, eColón, fue premiada como mejor innovación en Estados Unidos y permite contratar pólizas casi en tiempo real. “El objetivo es democratizar los productos y servicios”, completa Iglesias.

Los seguros de vida fueron otros que tuvieron un dinamismo paralelo al derrumbe macro. Si bien la devaluación asustó a los tomadores ?que pagan en pesos pólizas cotizadas en general en dólares-, los incentivos fiscales se permiten desgravar en parte del impuesto a las ganancias y comienzan a tener un efecto evangelizador. “Con una brusca devaluación y una suba en la tasa de la inflación, los números proyectados a principios de año sin duda cambiaron, pero pudimos mantener a nuestra compañía en un territorio sustentable tanto desde el punto de vista económico como financiero”, destaca Mauricio Zanatta, presidente y CEO de Prudential Seguros.

Las art también se vieron golpeadas por la alta litigiosidad, que vuelve a incrementarse por la lenta adhesión de las provincias a la ley de art, que regula las pericias médicas.

Las aseguradoras del sector, en general, vieron crecer su primaje por la suba del tipo de cambio, aunque “hubo que ser creativos” para evitar que los clientes abandonen las coberturas, sobre todo en los niveles más bajos, comentan. Desde MetLife, Carlos Bargiela, presidente y CEO para Argentina y Uruguay, resalta que sus productos de Vida Individual se expanden al 64% anual, frente al 33% de la industria en general. “Se explica no solo por la devaluación, también por el fomento de la cultura aseguradora y los beneficios impositivos que rigen desde principios de año”, analiza. En el rubro, donde la venta directa es más frecuente, tanto MetLife como Prudential avanzaron este año en canales online. La primera, a través de un eShop propio, y la segunda a través de Klimber, en asociación con Grupo Clarín.

EMPLEO EN CAÍDA

El deterioro del salario real y la destrucción de puestos de trabajo el último año golpearon duro a las aseguradoras del sector Vida Colectivo, y especialmente a un mercado primo hermano del asegurador: las ART. Myriam Clerici, presidenta de Provincia ART, lo dice sin atenuantes: “Al cierre del ejercicio 2019 (a junio 2019), el resultado técnico del mercado es del -48%, que no pudo ser compensado financieramente debido a la situación del mercado y el gap entre tasas de pagos y reservas y de inversión”. Son resultados técnicos negativos históricos para el sistema. La razón es que los egresos y pasivos de las compañías crecieron mucho más rápido que sus ingresos, fundamentalmente el rubro de siniestros, “vinculados a los pagos, donde existe una brecha que es de un contexto macroeconómico muy importante, tasas activas del Banco Nación que ascienden al 90%, mientras que los rendimientos financieros de los activos de la industria aseguradora están en el orden del 42% o el 43%”, según explica la ejecutiva.

Las ART también se vieron golpeadas por la alta litigiosidad, que vuelve a incrementarse por la lenta adhesión de las provincias a la Ley de ART, que regula las pericias médicas. “Es un incentivo al juicio”, advierte Clerici, en

especial en Santa Fe, una de las pocas provincias grandes que aún no adhirieron. Más allá de los problemas, Provincia ART hoy tiene 1,7 millones de afiliados y atiende a 2,4 millones de trabajadores, casi uno de cada cuatro empleados del país. La apuesta en el sector es a la capacitación y prevención de los trabajadores para evitar accidentes. Y a la atención temprana de los accidentados, que hoy pueden hacer consultas por WhatsApp en tiempo real, para evitar tentaciones de letrados oportunistas.

TIEMPO DE BROKERS

Para los intermediarios, el año lo marcó la desaceleración que se vivió después de las PASO. “2019 cierra con mucha incertidumbre, a la espera de definiciones políticas por parte del nuevo gobierno, que afectarán la actividad”, comenta a Forbes Gonzalo Ketelhohn, director de Willis Towers Watson. Pese al salto inflacionario, las empresas no aumentaron el presupuesto, lo que terminará “por debajo del año anterior en valores constantes, debido a la caída de la actividad a partir de las PASO”. Para los grandes productores, los números son claramente peores de lo esperado un año atrás, y es que la alta inflación y la suba de tasas atentan contra la inversión en producción. “Esto comenzó a suceder antes de mayo de 2018 y no se ve una salida fácil en el corto plazo. Es imperativo tener claras las políticas y definiciones del nuevo gobierno para ver cómo reacciona el mercado y cómo se sale de la crisis”, comenta Ketelhohn.

La caída en la actividad económica afectó a los brokers por varios caminos. Las empresas con grandes flotas salieron a negociar las tasas de sus pólizas o directamente a reducir cobertura, sumado al derrumbe del mercado automotor. En ART, además de la baja en las cápitas, impidió una suba necesaria en las tasas. “Para el año próximo, si no hay una reactivación en la actividad en general, vemos una situación complicada”, comenta el directivo de Willis sobre el segmento.

En Patrimoniales Corporativos, el golpe lo dio la falta de financiación de grandes obras de  infraestructura como Transporte o Energía. Los brokers también sufren porque la construcción está paralizada y, con ella, todos los rubros de seguros relacionados. Además, añaden desde Willis, una menor liquidez y complicaciones en los mercados internacionales hicieron que el costo de los reaseguros también subiera, aumentando costos de grandes empresas que necesitan ese mercado para cubrir sus riesgos. El panorama, en resumen, es negativo en este rubro.

Por último, los rubros masivos (prendarios, hipotecarios, leasing, personales, etc.) también están golpeados por la falta de crédito: con la caída del consumo y la financiación caen los seguros relacionados. Los seguros obligatorios a través de retailers, automotrices o bancos se vieron muy golpeados durante este año por la crisis.

Sin paraguas que la proteja, la industria del seguro no pide demasiado: solo que la Argentina vuelva a crecer.

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