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Cooperativas, recicladores y empaques: cómo se gestó el cambio sustentable de Tetra Pak

Lucila Lopardo Forbes Staff

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02 Diciembre de 2019 09.30

Tetra Pak destinó este año unos 500.000 euros en sustentabilidad. Hoy trabaja con cooperativas y recicladores que, con sus empaques, fabrican desde muebles escolares hasta tejas.

Literalmente lo que hicimos fue cruzar la calle con una silla, preguntar por el ingeniero Horacio Martino y ver juntos cómo podíamos hacer  para  usar  el  material para fabricar nuestros muebles”, recuerda Daniel Díaz, responsable de Calidad y Medioambiente y representante  comercial  de  Serrano, una pyme familiar que desde hace 50 años fabrica mobiliario escolar y de oficinas para todo el país desde la provincia de La Rioja.

Las inmediaciones de la fábrica en la que Tetra Pak opera desde 1986 funcionan como el gráfico que se dibuja cada vez que se quiere explicar el circuito de la llamada economía circular. Es decir, el proceso por el cual las materias primas utilizadas para la producción de un objeto, o restos generados por el proceso, se reutilizan para dar vida a un nuevo producto o bien, como sucede en muchos casos, a energía.

Serrano reemplazó el uso de madera por placas realizadas con los envases de tetra de T Plak, recicladora de Pilar, provincia de Buenos Aires. Pero a pocos metros, SGE Servycom, la recicladora dirigida por María José Sánchez, además de procesar los empaques y las bobinas de impresión de sus envases sobrantes o con fallas, produce placas y chapas acanaladas, que son  utilizadas por el sector ganadero en los corrales de los cerdos, dado que el material mantiene mejor la temperatura. “Cada vez que llega un cliente nosotros le mostramos que protegemos nuestro material y hasta las máquinas debajo de esas chapas”, comenta mientras señala el techo de uno de los galpones en los que el acanalado se entremezcla con los puntitos de colores de los envases de Tetra Brik picados.

La fábrica de La Rioja abastece en un 100% a la Argentina y Chile, y en parte a Paraguay y otros países de la región. Desde allí salen, en total, 3.500 millones de envases al año y 370 millones de sorbetes. El desperdicio de la planta se encuentra por debajo del 3% de la producción, y de ese porcentaje el 100% es reciclado. El ingeniero Horacio Martino, que es experto en Economía Circular de Tetra Pak para Cono Sur, da cuenta de que a lo largo de los próximos cinco años la firma prevé  invertir 100 millones de euros por año en Sustentabilidad.

En  2019, la inversión destinada en Argentina fue de alrededor de 500.000 euros. “La inversión de este año fue  importante para fortalecer la capacidad de reciclaje en Argentina y para dar soporte técnico a muchas industrias de reciclaje local que padecieron una menor demanda y mayores costos, lo cual afectó el reciclaje de manera directa”, explica Martino.

Tetra Pak contribuye a la economía circular cuando las materias primas utilizadas para la producción de un objeto o los restos generados se reutilizan para dar vida a un nuevo producto.

Hoy en día, la empresa tiene acuerdos con 10 recicladores y con decenas de cooperativas y municipios. “Durante los últimos años, el foco estuvo puesto en trabajar de la mano de diferentes empresas que utilizan el material de descarte de nuestros envases para desarrollar nuevos productos”, explica el ejecutivo. Además del caso de SGE, en La Rioja, Tetra Pak también opera Recypak, empresa que utiliza el descarte industrial de la planta para hacer tejas y placas de polialuminio. En la provincia de Buenos Aires trabaja con Smurfit (papel y cajas), Papelera Rosato (papel tissue), Rezagos Industriales (placas símil aglomerado), Ecotécnica del Pilar (pellets polialuminio), Papelera Quequén (papel), Papelera del Sur (cartulnas) y Recytec (chapas acanaladas). “Como creemos que la sostenibilidad debe comenzar desde adentro hacia afuera, a partir de este tercer trimestre de 2019, en las operaciones de Tetra Pak en Argentina, comenzamos a utilizar cajas de cartón hechas con material reciclado de nuestros envases en todo nuestro proceso productivo. Y se está concretando la primera compra, demostrando la factibilidad técnica y económica de que es posible aportar a una economía circular baja en carbono”, subraya.

Sustentabilidad de origen

El envase de Tetra Brik o, a secas, “Tetra”, como se le dice en Argentina, fue diseñado por Ruben Rausing para prolongar la vida útil de la leche y llegó importado en los años 60 con el envase Tetra Classic. De la producción actual en el 98% los clientes decidieron incorporar la certificación Forest Stewardship Council (FSC), lo que asegura que el cartón utilizado para los envases proviene de bosques certificados y otras fuentes controladas.

Para dar inicio al círculo que se genera en torno a la fábrica argentina, hay que trasladarse a Brasil, de donde proviene el cartón fabricado por Kablin, el mayor productor, exportador y reciclador de papel del país limítrofe. La fábrica de La Rioja utiliza 45.000 toneladas al año de papel, 10.000 de aluminio y otras 3.000 de polietileno, todas materias primas provenientes en un 100% del Mercosur. Más del 70% de su composición es de cartón, mientras que el resto del porcentaje se divide entre aluminio y materiales como el polietileno, que varía dependiendo del tipo de envase.

“Nuestra ambición a largo plazo  es proporcionar un envase que contribuya a una economía circular de reducción de carbono,  es decir,  un  envase fabricado completamente de materiales renovables o reciclados, y que sea completamente reciclable, sin comprometer los requisitos de inocuidad alimentaria”, explica Martino. Para esto, crearon un plan en el que se pusieron como objetivo aumentar la conciencia e importancia del reciclaje entre los consumidores, seguir con el apoyo a sistemas de recolección e infraestructura de recolección, aumentar las oportunidades de negocios del reciclaje y expandir esas oportunidades para incluir materiales reciclados.

Hoy Tetra Pak tiene acuerdos con 10 recicladores y con decenas de cooperativas y municipios.

“El caso de Argentina es visto como un caso innovador y con perspectivas de seguir desarrollándose. Es un ejemplo para seguir en la región, ya que se viene haciendo una muy buena sinergia con los recicladores y empresas que utilizan el material de descarte de nuestra planta, así como envases post-consumo”, destaca Estela Reale, directora de Comunicación para América Latina, quien adelanta que, a nivel global, en línea con su compromiso con el Acuerdo de París, la empresa está trabajando con el foco en la economía circular y su zanahoria es alcanzar el envase fabricado en un 100% de materiales reciclados que, al mismo tiempo, no afecten la calidad del alimento.

Reale hace un breve recorrido de este camino. Entre 2012 y 2017, Tetra Pak invirtió 17 millones de euros en infraestructura de reciclaje y creó una red de asociaciones en todo el mundo. En 2016, se sumó a la Economía Circular 100 (CE100), un programa de innovación precompetitiva que permite a las organizaciones desarrollar nuevas oportunidades y alcanzar con mayor rapidez sus ambiciones de economía circular. Y en enero de 2018 se comprometió con la estrategia de plásticos de la Unión Europea, dio los primeros pasos para abordar los desperdicios marinos y triplicó su inversión en Investigación y Desarrollo enfocados en la circularidad.

Además, se crearon 45 nuevos roles en los 5 continentes que se enfocan exclusivamente en la economía circular. Dentro de este concepto, Martino permitió cumplir el sueño de Juan Carlos Serrano, fundador de la empresa de muebles que hoy lideran sus hijos: María Belén Serrano como directora,  y Juan Carlos Serrano (h) como presidente, quienes llevan adelante la visión sustentable. Como pyme hoy emplean a 40 personas y, en épocas de picos productivos, a 120. Gracias a su trabajo ya forman parte del Pacto Global de las Naciones Unidas y generaron, por segundo año consecutivo, su propio reporte de sustentabilidad.

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