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Assad canta victoria en Siria tras “recuperar” el bastión industrial de Alepo

Forbes Digital

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18 Febrero de 2020 12.44

En medio de una crisis humanitaria “horrorosa” según la ONU que ya desplazó a 900.000 personas, el presidente sirio celebró la reconquista de uno de los motores económicos del país. Con el apoyo de Rusia, Bashar Al Assad cree que está cerca de ganar una guerra civil que ya lleva casi 10 años. 

El presidente sirio, Bashar al Assad, felicitó al Ejército por haber tomado control casi total de la norteña provincia de Alepo y prometió redoblar los combates contra rebeldes hasta lograr la victoria "tarde o temprano", en medio de una ofensiva que ha desplazado a 900.000 personas y causado una crisis humanitaria de "niveles horrorosos". 

Assad, quien rara vez aparece en público, dijo en un discurso televisado que la ciudad de Alepo capital, que hasta el inicio de la guerra era el motor económico de Siria, "regresará más fuerte de lo que era antes". 

"Esta liberación no significa el fin de la guerra, ni significa el fin de los planes ni el fin del terrorismo o la rendición de los enemigos", dijo el presidente.

"Pero significa que hemos arrastrado sus narices por el polvo como preludio de una victoria completa y previo a su derrota, tarde o temprano", agregó, citado por la agencia de noticias estatal SANA.

El discurso del mandatario coincide con una vasta ofensiva de Siria y su aliada Rusia en la región de Idleb, que incluye el oeste de Alepo y que es el último bastión de los insurgentes alzados en armas contra el gobierno sirio desde 2011.

Desde su intensificación, en diciembre, la operación ha desatado una crisis humanitaria que según dijo hoy la ONU ha llegado a un "nivel horroroso". 

El máximo funcionario de la ONU para crisis humanitarias, Mark Lowcock, dijo en un comunicado que la organización cree que 900.000 personas debieron abandonar sus hogares desde el 1 de diciembre, sobre todo mujeres y chicos.

"Están traumatizados y obligados a dormir al aire libre con temperaturas gélidas porque los campamentos están llenos. Las madres queman plástico para mantener calientes a los niños. Los bebés y los niños pequeños mueren a causa del frío", dijo Lowcock.

En las últimas semanas, las fuerzas sirias, apoyadas por la aviación rusa, han conquistado más de 1.500 kilómetros cuadrados en el noroeste el país.

Ayer, las tropas tomaron en un solo día 30 poblados en el oeste de Alepo, con lo que han consolidado su control de la provincia y de Alepo capital, que es la ciudad más grande de Siria y que desde hacía años seguía dentro del alcance del fuego enemigo.

Los nuevos logros, junto a la toma de una autopista clave que pasa por territorio insurgente, permitirán una mejor conexión entre el norte y sur de Siria.

La autopista, llamada M5, vincula las cuatro mayores ciudades sirias y es crucial para el control del país.

La ofensiva ha derivado en combates entre fuerzas de Siria y de Turquía, que posee tropas en el norte de Siria que están aliadas con los rebeldes para combatir al Ejército sirio y a combatientes kurdosirios a los que Ankara ve como amenaza a su seguridad.

En su comunicado, Lowcock dijo que "la crisis en el noroeste de Siria ha alcanzado un nivel horroroso", calificó la violencia de "indiscriminada" y subrayó que "la única opción es un alto el fuego".

Turquía mantiene puestos de observación militares en el norte de Siria para supervisar un alto el fuego acordado con Rusia en 2018 que ha colapsado. En las últimas semanas ha enviado miles de soldados, tanques y blindados para tratar de frenar la ofensiva siria.

Ankara ha urgido a Siria a detener la ofensiva, que considera una violación de los acuerdos de 2018. Turquía ya alberga a más de 3,5 millones de refugiados sirios, y teme una nueva oleada migratoria que desborde sus fronteras. 

Una delegación turca se encontraba en Moscú para discutir la situación con el gobierno ruso, y la Cancillería turca dijo que las conversaciones continuarán mañana.

Los rebeldes fueron echados de la mitad oriental de Alepo capital a fines de 2016, luego de haberla controlado durante años mientras combatían a fuerzas sirias que dominaban el sector occidental.

Pero los insurgentes seguían bombardeando la ciudad con morteros desde la periferia, y también controlaban territorios en el oeste de la provincia fronterizos con la de Idleb.

El respaldo militar de Rusia e Irán ha permitido a Siria recuperar la mayor parte de los territorios que habían perdido ante los grupos armados.

Más de 400.000 personas han muerto y la mitad de la población de Siria tuvo que dejar sus casas desde que una ola de protestas populares contra el gobierno, en 2011, derivó en una guerra total entre el gobierno y grupos islamistas.

También hoy, la prensa estatal informó que el Ejército encontró ayer una fosa común con 70 cadáveres en Ghouta Oriental, una zona al este de la capital Damasco que hasta 2018 fue bastión de milicias rebeldes.

Ayman Khallou, médico forense del hospital militar de Damasco, dijo a SANA que los entre los cuerpos parecían de soldados y civiles, entre ellos mujeres, y que algunos estaban con las manos atadas.

La mayoría parecía tener heridas de bala en la cabeza y otros señales de estrangulamiento.

La ONU y organizaciones de derechos humanos han acusado a todas las partes del conflicto de serios abusos.

El jefe de la policía militar de Damasco, general de brigada Mohammad Mansour, dijo que las muertes ocurrieron entre 2012 y 2014 y que habría más fosas en ese lugar, Al Eib.

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