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Amortiguar el impacto: el nuevo rol de las empresas frente a la prueba del coronavirus

Jesica Mateu Forbes Staff

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22 Abril de 2020 17.00

La expansión del coronavirus pone a prueba a las empresas, cuyo compromiso y responsabilidad frente a la sociedad están en juego. Los actores del sector privado advierten sobre la oportunidad que representa para el país.

Si hay algo  que  ya es indefectible es que la  economía se verá gravemente afectada por el Coronavirus. Aún es difícil predecir cuánto. Solo podrá medirse una vez superado el drama de la pandemia, cuya fecha también es incierta, y algunos científicos estiman que podría extenderse más allá de un año. Entre los analistas económicos ya hay quienes estiman que la caída implicaría, a priori, hasta el 5,5 % del PBI argentino.

Si bien en la actualidad la prioridad es prevenir el contagio masivo y salvar vidas, vale la pena preguntarse cuál es el rol del sector privado a la hora de colaborar con el Estado en contener las posibles consecuencias económicas y sociales de la pandemia.

Desde la empresa de gas Camuzzi, por ejemplo, destacan la necesidad de adoptar un rol activo en este contexto, acompañando y promoviendo las medidas del Gobierno. Y en su caso puntual, además, hacer lo necesario para garantizar un servicio público esencial. Aún en estos momentos complejos y de incertidumbre, “existen elementos positivos que deben prevalecer. Por ello, resulta fundamental que las organizaciones no pierdan el foco y puedan identificar estas oportunidades en medio de la vorágine”, afirma Rodrigo Espinosa, gerente de Relaciones Institucionales de Camuzzi.

Por su parte, para mantener en la medida de lo posible la matriz productiva, la compañía Central Puerto aseguró que continuaría operando bajo un esquema de emergencia para garantizar la energía eléctrica a nivel nacional.

Puede haber mayor o menor coincidencia en las formas, pero para salir adelante en una crisis es clave dejar de lado las diferencias y generar una sinergia en la que todos sumen. Con esa idea es que, entre otras, la Asociación Empresaria Argentina pidió “unión y responsabilidad ante el desafío”, en un comunicado en el que también aseguraba que se debe mantener la actividad productiva y su cadena de valor, simultáneamente con la implementación de medidas específicas para el cuidado de los empleados y de las comunidades en las que opera. Apenas iniciada   esta crisis imprevisible, el Foro de Convergencia Empresarial, por el cual importantes entidades dialogan para desarrollar políticas de Estado, apeló a los líderes corporativos a que garanticen el distanciamiento  social  y  la  prestación de servicios esenciales. No se quedaron atrás la Unión Industrial Argentina y la Cámara Argentina de Comercio y Servicios. Ambas agrupaciones se comprometieron a mantener el abastecimiento y los precios de los productos alimenticios, farmacéuticos y de limpieza.

Los analistas ya estiman que la caída económica implicaría no menos del 1, 5% y hasta el 3,8% del PBI argentino.

Pero, para que la salud sea el foco, las empresas del rubro también deben cumplir un papel destacado. La actualidad “pone a prueba a la industria farmacéutica y nos obliga a responder de forma rápida. La innovación juega un rol clave para dar respuesta a este tipo de crisis”, indicó Sebastien Delarive, Country Chair para Cono Sur de Sanofi. Por eso, desde su Planta de Producción de Pilar y su Laboratorio de Control de Calidad, la firma activó el protocolo de emergencia para “asegurar la cadena de suministro de medicamentos. En especial, de aquellos que son indispensables para la vida. Es decir, los que no pueden ser suspendidos ni demorar un tratamiento”.

Pero  contribuir con el bienestar de la población también es posible desde el ámbito financiero, buscando un acompañamiento de este tipo. De hecho, el Banco Galicia parece entender el impacto que el Coronavirus puede generar a nivel país. “A partir de nuestro rol como actor social relevante, decidimos contribuir”, señaló a Forbes su CEO, Fabián Kon, quien detalló que ofrecerá financiamiento para mypymes productoras y proveedoras de insumos esenciales que precisen aumentar su capacidad de producción. Por un lado, una línea para capital de trabajo, con una tasa fija del 18% y una amortización de hasta 12 meses; y por el otro, para inversión, con una tasa fija del 23% y hasta 36 meses. El cupo de las líneas será de $ 2.000 millones.

En definitiva, se trata de llevar soluciones allí donde existen los problemas. Para lograr el objetivo, está claro que se ponen en juego no pocos valores y capacidades para generar estrategias e innovación, pero también para aprovechar recursos y repensar modos de gestión, producción, inversión y desarrollo más eficiente, sostenible y adaptable a circunstancias inesperadas.

En este sentido, desde el Parque Industrial La Bernalesa, su director, Leonardo Wagner, analizó que el virus que ataca al mundo “permitirá que veamos cuál es el impacto de la actividad humana en el comercio y en el medioambiente”. Y propuso, para salir adelante, “poner en valor las economías de circuito corto, las comunidades productivas y las economías barriales; que, más allá de la rentabilidad, produzcan bienes y servicios en pos del beneficio social; que generen empleo local; que produzcan sin contaminar; que contribuyan cada uno desde su lugar a mejorar el medioambiente y a trabajar en conjunto con el Estado. Necesitamos economías que transformen”, afirmó.

Julián De Angelo,  coordinador  del Centro Nacional de Responsabilidad Social Empresaria y Capital Social (CENARSECS), dependiente de la UBA, coincidió al señalar que ahora “conceptos como el de sostenibilidad y el de la responsabilidad social no solo cobran más importancia, sino que además se vuelven imprescindibles para enfrentar una epidemia como esta, de manera colectiva”. Asimismo, aclaró que no se refiere “únicamente a su operación, sus obligaciones con el Estado o sus responsabilidades con el personal. Sino también, de manera ampliada, a cómo ese compromiso se extiende a toda su cadena valor y sus stakeholders en el marco de la adhesión a la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular el tres, de Salud y Bienestar”.

Porque no hay que perder de vista que el futuro se construye hoy. Y a decir por la crisis que la Argentina ya venía atravesando y que, con más similitudes que diferencias, repite cíclicamente, hay mucho por hacer.

Así, es clave que cada sector analice sin pausa y con prisa cómo puede marcar la diferencia. De qué manera se para frente a la dificultad que impone el Coronavirus. En este sentido, algunas empresas deberán hacer un esfuerzo extra para mantener el pago de salarios. En instituciones educativas y el sector privado en general, “la responsabilidad pasa por garantizar la modalidad de  educación  virtual y home office”, agregó D?Angelo, y destacó, a su vez, que se está frente a “un desafío para el aprendizaje y una gran oportunidad de cambio para una cultura empresarial que, hasta hace pocos días, consideraba héroes a los empleados que concurrían a trabajar enfermos”. Es tiempo, entonces, de comenzar a preservar la salud en serio.

La necesidad de cuidar el sistema de salud, empezando por un reconocimiento salarial al nivel que la tarea médica y auxiliar amerita, no puede seguir siendo invisibilizada. Pero mientras la política y la sociedad empiezan a tomar conciencia de la prioridad que merece, hay quienes finalmente asimilan que esta vez lo urgente coincide con lo importante.

Una iniciativa tendiente a colaborar directamente con el ámbito de la salud en este contexto complejo es la que comenzó Rubén Cherñajovsky, presidente del Grupo Newsan, fabricante de marcas como Siam, Sanyo y Atma, entre otras. El objetivo: reunir al menos US$ 100 millones para, a través de la Cruz Roja (y con audición de Deloitte), comprar respiradores e insumos médicos para donar a hospitales. A él se sumaron Eduardo Eurnekian, de Corporación América; Hugo Sigman, de Grupo Insud; Marcelo Mindlin, principal accionista de Pampa Energía; la familia Werthein, del Grupo W; Jorge Brito, de Banco Macro; y los Eskenazi, del Grupo Petersen, entre otros.

A ellos se suma BBVA, que aportará $ 20 millones a las campañas que  llevan  adelante  la   Cruz  Roja y Seamos Uno. Esta última es una iniciativa que  conjuga  a  entidades y organizaciones religiosas, sociales y empresarias que, en coordinación con el Estado, ayudarán a los sectores vulnerables de la sociedad durante la urgencia derivada de la pandemia. El objetivo es cubrir las necesidades de 4 millones de personas a través de cajas de alimentos y productos de higiene.

“El  rol del sector privado es de responsabilidad y conciencia de que las acciones deben hoy proteger al público sobre el que tienen impacto”, dice Hernán Carboni,  director de Relaciones Institucionales de BBVA, con respecto a las recomendaciones del uso de canales digitales para realizar operaciones bancarias y la incrementación de las medidas de limpieza en cajeros automáticos, autoservicios y sucursales, junto con recomendaciones de prevención e higiene personal.

“Entendemos   que   los    sectores  en  general  estamos   haciendo lo que está al alcance para poder asegurar que  se  mantenga  estable el funcionamiento de la sociedad hasta que esto se normalice. Todas las acciones que toman las empresas tienen que mirarse con la particularidad en la que están insertas porque no es el mismo escenario para todos”, sentencia Carboni.

Luego de esta crisis los miembros de las organizaciones habrán desempeñado competencias  digi tal es que hubieran tardado años en desarrollar.

Un grupo más pequeño de empresarios de Chivilcoy también donó fondos, en particular al Hospital Municipal, para que este pudiera adquirir los elementos básicos para hacerle frente a una pandemia que se caracteriza por generar o profundizar problemas respiratorios que pueden llevar a la muerte.

Entre los elementos esenciales para contener el avance del virus se destaca la necesidad de alcohol en gel. Fue decisión de Porta Hermanos, uno de los más grandes fabricantes de este producto, destinar toda su capacidad para fabricarlo; al igual que la Compañía Azucarera Los Balcanes, que entregó más de 20.000 litros de alcohol al Ministerio de Salud de Tucumán para abastecer al sistema sanitario. Asimismo, puso a disposición su Hotel Catalinas Park para realizar internaciones médicas. Un aspecto no menor para el contagio en ascenso.

En un contexto donde todo se resignifica, hasta la televisión pasa a revalorizarse y a “tener un rol fundamental como fuente de información, entretenimiento y educación”, tal como indica Michael Bowling, presidente de Directv LatinAmerica. Es el medio masivo  por  excelencia, y desde la compañía de cable lo saben.   Por   eso,   decidieron  liberar a todos los usuarios del país, y por  30 días, el Canal Escuela Plus (804) que brinda contenidos pedagógicos. “Ante la suspensión de clases, esta herramienta se transforma en una alternativa invaluable para la continuidad de la educación de los chicos”, destaca el ejecutivo. Vale aclarar que Escuela Plus es un programa de RSE para escuelas rurales (más de mil en Argentina) que Directv lleva adelante junto a socios como Discovery, National Geographic, Torneos, Takeoff Media y Disney. Hoy es para todos los usuarios de la empresa. También Directv colabora con el Ministerio de Educación de  la  Nación al sumar contenidos al programa nacional Seguimos Educando. Este mes incluyeron en la grilla de lunes  a viernes cuatro horas de propuestas pensadas para los tres primeros grados de la escuela primaria, de modo tal de complementar lo que se transmite oficialmente en los canales PakaPaka, Encuentro y la TV Pública.

Actualización tecnológica

Aunque el Coronavirus puso en  jaque  a los principales mercados del mundo, la rueda de trabajo no puede detenerse. Al menos en la Argentina nadie puede darse ese permiso, pero nada puede seguir como hasta ahora. Por eso muchas empresas, aun antes del aislamiento preventivo y obligatorio dictado por el Gobierno nacional, comenzaron a incentivar la modalidad home office para cuidar el negocio, al mismo tiempo que a los recursos humanos. Otras tantas no lo hicieron a tiempo, en parte porque no contaban con las herramientas para llevarlo a cabo con eficiencia.

“Teletrabajar  no  es   solo   enviar a los empleados a sus casas con un dispositivo. De hecho, pensarlo de esa manera puede llevar a este modelo al fracaso. Teletrabajar es poder garantizar que los empleados tengan acceso seguro y de calidad a sus datos y aplicaciones, desde cualquier dispositivo, lugar y red”, explica Juan Pablo Jiménez, vicepresidente de Citrix para Latinoamérica y Caribe.

La firma de soluciones tecnológicas aseguran que, según un estudio que realizó el año pasado sobre el trabajador digital, antes de COVID-19 solo el 43,5% de las compañías permitían el trabajo de forma remota. Por eso, en momentos como estos, “la brecha digital se hace más notoria y puede impedir la equidad de acceso a la educación, al trabajo y al relacionamiento”, tal como afirmó Mariela Mociulsky, presidenta de la Sociedad Argentina de Investigadores de Marketing y Opinión.

Los datos son  claros y  la realidad más aún. Por eso, todo  indica  que ya no hay mucho más margen para demorar la transformación  digital en ámbitos que incluso superan el laboral. En definitiva, aporta Jiménez, “contar  con  las  herramientas ya testeadas, resultados óptimos y modalidades establecidas es lo que contribuye a minimizar el impacto negativo y  asegurar nuestro  capital humano”, en estas circunstancias,pero también en el largo plazo.

Lo cierto es que, más allá de los golpes duros que propina el Coronavirus, también son muchos los ejecutivos y expertos que ven en la crisis la tan promocionada oportunidad. Saber aprovecharla o no es la cuestión que se pone en juego.

La crisis desencadenó una acción masiva de change management. Las organizaciones desarrollarán competencias digitales que hubieran tardado años en desarrollar.

Entre quienes aportan una mirada constructiva está Gustavo Calveiro, socio de Paradigma y responsable de la práctica People and Culture Evolution. “Esta crisis desencadenó la más agresiva acción de change management de inclusión digital que jamás pudimos imaginar. En pocas semanas, cualquier miembro de una organización habrá desempeñado competencias digitales que hubieran tardado años en desarrollar. Con ese capital humano se podrá apuntar a desafíos increíbles. También  nos  va a aguzar la mirada para descubrir los nuevos negocios que se construirán de este mundo más digital, directo, flexible y próximo. Saldremos fuertemente entrenados y versátiles y, creemos, más solidariamente responsables de nuevas construcciones de valor para la sociedad”, auguró Calveiro.

Con este propósito, la compañía Globant generó webinars abiertas, es decir, conferencias vía internet para asesorar a quien lo desee, acerca de cómo trabajar de manera remota de la mejor manera. Para ello, también puso a disposición algunas de sus herramientas más valiosas y generó iniciativas con cientos de voluntarios internos para colaborar con más de 50 escuelas; para enseñar a los niños y adolescentes a programar; y para monitorear la cantidad de camas, profesionales de la salud y recursos de cada hospital del país que lo requiera.

También hay que tener en cuenta que, aunque todavía de manera muy paulatina, algunos sectores comienzan a movilizarse. Es el caso de los bancos que, finalmente, reabrieron sus puertas, aunque con un  esquema adaptado a las difíciles circunstancias actuales. El regreso de algunos trabajadores a las sucursales y el inicio del home office para otros no necesariamente es una experiencia sencilla. Por eso desde Banco Patagonia, por ejemplo, señalan que no solo les preocupaba “poder brindar los elementos de higiene y cuidado que son de vital importancia ante esta pandemia”, sino también “escuchar cuál era la nueva realidad y el impacto que tuvo en la vida de nuestros colaboradores el cambio de rutinas con la de diferentes emociones como el estrés, la ansiedad y el miedo, así como la dificultad que trae la superposición de roles”. En función de todo esto, la institución activó acciones para contenerlos y acompañarlos en esta etapa. Se dictaron cursos de e-learning y webinars para brindarles herramientas para mejorar la organización del trabajo remoto y lograr una comunicación no presencial efectiva. “No solo sirven como espacios de aprendizaje, sino que también son un lugar de encuentro que vuelve a conectar a las personas”, destacan desde el banco. En la misma línea, lanzaron un programa de cinco encuentros para líderes con el fin de enfocarse  en el desafío que implica coordinar equipos de manera online. Y, para reforzar el objetivo, brindaron sesiones de coaching virtual para el nivel gerencial. Incluso organizaron reuniones remotas con gerentes de sucursal que lideran a quienes volvieron a atender personalmente para, con la ayuda de un gabinete psicológico, trabajar sobre la gestión de emociones. La difusión de videos y publicaciones con consejos para fomentar la higiene y la salud mental también formaron parte del paquete de iniciativas. Y, dadas  las  circunstancias, continúa vigente el Programa  de Asistencia al Empleado a través del cual “hemos estado siempre presentes ante situaciones de colaboradores con problemas de  salud, sean asociados al Coronavirus o no”, recalcan  desde   Banco   Patagonia. La entidad, por otra parte, donó $ 20 millones a la Cruz Roja Argentina y  a Compañía de Jesús, organizaciones que de una u otra manera trabajan contra la pandemia y su impacto en los más vulnerables.

En la misma línea, desde Naranja se conformó un Comité Interdisciplinario, con mirada 360°, para garantizar la aplicación de todas las medidas preventivas necesarias, pensar y diseñar acciones de negocio, y asegurar una comunicación precisa y efectiva. “En Naranja encaramos la problemática desde un abordaje interdisciplinario para tener una respuesta integral a la situación. Pusimos a los colaboradores, clientes, comercios y comunidad en el centro, atendiendo la coyuntura y las posibilidades”, explica Gerardo Fraire, gerente de Relaciones Institucionales de Naranja. De esta manera, orientaron sus beneficios a rubros y sectores esenciales para este contexto, como lo son supermercados, farmacias, deliveries y estaciones de servicio, además de una diversa cartera de productos en el marketplace Tienda Naranja y otros sitios de e-commerce. Además, la empresa fomenta la migración hacia los canales online para que las personas puedan resolver sus necesidades sin romper la cuarentena. “En el marco de nuestra campaña Entre Todos Podemos, decidimos realizar una donación de $ 20 millones para fomentar la lucha conttra el Coronavirus  en  la  Argentina, a dividir en partes iguales a Cáritas Argentina, Red Argentina de Bancos de Alimentos y Cruz Roja Argentina. Pero, además, por cada peso que done la gente, nos comprometemos   a igualar esa cifra”, adiciona Fraire. Desde Naranja, a su vez, remarcan que están en contacto permanente con diferentes actores (públicos y privados) para generar conversaciones de todo tipo, en este u otro contexto. “Hoy el foco está puesto en sumar la mayor cantidad de soluciones para la gente en el marco de las restricciones vigentes. Por ello, seguimos pensando y aportando ideas que vayan en esa dirección”, concluye.

Finalmente,  pensando  en  mejorar las vivencias de los empleados, Red Hat, la firma de software de código abierto, incentivó, puertas adentro,  el uso de una plataforma para combatir la inactividad física en épocas de aislamiento. Desde allí, los trabajadores acceden de manera ilimitada a clases y rutinas de entrenamiento online, ejercicios de meditación, yoga y planes nutricionales para realizar en casa. También se promueve el after office virtual. Cada líder de equipo comparte la consigna del día a través de la intranet. “Consiste en que cada colaborador se sume con su trago preferido y se conecte virtualmente con sus compañeros durante una hora”, explicó Mariana Narduzzi, gerente de Recursos Humanos de la compañía.

Además, los empleados cuentan con asesoramiento y servicios legales para, por ejemplo, resolver posibles inconvenientes con la medicina prepaga, en caso de que surjan. Y hasta pueden acceder a sesiones virtuales “con especialistas en el  cuidado  de la salud mental, para manejar la ansiedad y el estrés que estas épocas de aislamiento provocan”.Así, con mayor o menor impacto, todos pueden hacer la diferencia. En definitiva, como indica desde CENARSECS D?Angelo, “la sociedad nos está mirando, y llegará el momento de que gobiernos, empresas, medios de comunicación y  organizaciones de la sociedad civil tengan que rendir cuentas de lo que hicieron durante esta crisis que aún no avizora un final. Ahí aprenderemos a valorar en la práctica de qué hablamos cuando hablamos de responsabilidad social”.

La lucha por el consumo

Imágenes de supermercados y farmacias desabastecidas recorrieron  el  mundo. Ninguna es de la Argentina donde, a pesar de algunos faltantes, se incentivaron políticas que intentan evitar este tipo de fotos. Algunas empresas también hicieron lo suyo para colaborar en una misión que afecta a todos.

A pesar de que los consumidores suelen ser el eslabón más desprotegido, o tal vez por eso, se observaron algunas decisiones corporativas que entienden que lo más conveniente es tenerlos en cuenta.

Para impactar  de  manera  positiva  en ellos, la cadena de hipermercados Walmart, además de bonificar envíos (y duplicar los cupos  para  garantizar mayor cobertura) a domicilio en compras online, reforzó medidas de protección como cerramientos parciales del mostrador de las farmacias y de líneas de caja para minimizar los contactos de riesgo. También señalizó los lugares de espera con los changuitos para asegurar una distancia  de 1,5 metros entre cada cliente. Con el mismo sentido, redujeron la cantidad de mesas y ampliaron su separación en las sucursales con patios de comida.

Si bien el COVID-19 no es un virus que se transmite a través de los alimentos, desde la láctea Mastellone Hnos. adoptaron medidas preventivas que apuntan a cubrir toda su cadena productiva. Ya  sea  desde el tambo, la recolección y transporte de la leche hasta la entrega y distribución.

Puertas adentro, la empresa otorgó licencia preventiva  a   los   mayores   de  60 años, los grupos de riesgo (según lo determinado por la OMS), aquellos empleados que  regresaron  al  país  desde cualquier destino del mundo o que informaron haber estado en contacto con alguien que viajó.

Además se implementó un sistema de control de temperatura diaria, en todas las áreas de trabajo y a todos los empleadores al momento de su ingreso a las distintas instalaciones de la compañía, contando además con un protocolo de acción en caso de encontrar a alguien con temperatura elevada. También se estableció una línea directa de contacto entre colaboradores y personal de servicio médico para evacuar dudas y detectar síntomas que puedan darse entre los colaboradores.

En el área administrativa se estableció el régimen de Home Office por primera vez. Esto implicó la habilitación de sistemas para que todos los empleados trabajen de forma remota. Incluso el personal de preventa toma los pedidos de manera online, con el fin de no exponerlos, pero para que tampoco se vea alterada la  distribución de productos. Del mismo modo, se redujo el horario de los repositores para evitar el contacto con los clientes en cada establecimiento.

El área industrial continúa estando operativa aunque se escalonaron los horarios de ingreso del personal, separando por sectores y estableciendo  el  distanciamiento social correspondiente. Lo mismo ocurrió con los horarios de los distintos espacios productivos y  las  tareas  en áreas comunes. “Todos los trabajadores son informados constantemente de las medidas de prevención dispuestas por la empresa para evitar el potencial contagio y propagación del COVID-19, así como la entrega de kits de seguridad (alcohol en gel, barbijos, guantes descartables) para quienes deben estar en la calle”, dan cuenta desde Mastellone Hnos.

Mercado Libre, por su parte, eliminó las comisiones para los vendedores de productos de primera necesidad para que estos lleguen a quienes más lo necesitan. Por otro lado, si detectan aumentos desproporcionados, usan la potestad de pausar esas  publicaciones.  También  lo hacen con aquellas que afirman que los barbijos o elementos afines que venden garantizan la prevención, el alivio o la cura del Coronavirus. La firma también ofrece descuentos  a  monotributistas  y autónomos que paguen online, y por primera vez, sus  obligaciones  impositivas, ya que son unos de los grupos más afectados en términos económicos. Como un guiño a la prevención, la  firma  cambió  de modo temporal su tradicional logo de dos manos apretadas y lo reemplazó por un “saludo de codos”. También desarrolló un micrositio dentro de la plataforma con información sobre cómo cuidarse y cómo realizar una compra online segura.

Y, si de protección se trata, no hay que perder de vista  que  la  gente  mayor  es  la más vulnerable; por eso,  preservarlos es negocio en el más amplio sentido de   la palabra.  Los  supermercados  lo  saben y no tardaron en fijar horarios de atención exclusiva para adultos de más de 60 años. Es una manera de protegerlos, y de garantizar al mismo tiempo el  consumo de este sector de la población Además, muchos comercios  facilitaron  compras por internet con envíos sin costo para los grupos de riesgo, e incluso plataformas como Glovo lo ofrecen para los rubros puntuales de supermercado y farmacia.

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