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Negocios
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14 Diciembre de 2016 11.08

No sólo para los fanáticos de una de las trilogías más importantes del cine, la célebre película El Padrino, de Francis Ford Coppola, dejó consejos inolvidables. ¿Cuál es tu preferidó

Con el paso de los años, la trilogía de Mario Puzzo llevada al cine por Francis Ford Coppolla que narra la historia de la familia Corleone se convirtió en un referente de la cultura popular.

¿Cuáles son los 10 consejos que no deberías rechazar de El Padrino ?

Calla y escucha

En el comienzo de la película, Michael Corleone ni siquiera es un aprendiz del negocio familiar, porque su padre lo mantuvo siempre al margen. Cuando las circunstancias le obligan a tomar partido, no deja de observar y escuchar lo que hacen los demás. Presta atención a los consejos de su padre, a los del “consigliere” incluso a los de “soldados” como Clemenza. De todos ellos obtendrá la experiencia y conocimientos necesarios para liderar a la familia. Al final de sus días, él mismo recomendará a su sobrino: “Mantén la boca cerrada y los ojos abiertos”.

Oculta tus debilidades

Durante una reunión con familias rivales en la que se aborda la posibilidad de entrar en nuevos negocios y compartir su red de influencias, el hijo mayor, Michael, expone ideas que ponen en evidencia debilidades de los Corleone, algo que le recriminará su padre más adelante. Al mostrar aquellos puntos débiles, la competencia podrá lanzar más fácil una campaña agresiva para imponerse en el mercado.

Controla las emociones

La frase más popular de la película es “No es nada personal, sólo son negocios”. En muchas ocasiones una decisión empresarial con lleva consecuencias personales para terceras personas. Incluso en el acto de vengar el intento de matar a su padre, Michael Corleone atiende a criterios estrictamente empresariales. A lo largo de la saga actuará siempre con esa frialdad que le llevará a triunfaren los negocios, pero le pasará en ocasiones la correspondiente factura personal.

Lo primero es la familia

“Un hombre que no pasa tiempo con la familia no puede ser un verdadero hombre”, le dice don Vito a su protegido, el cantante Johnny Fontana. Y es que en la filosofía de los Corleone se basa en la creación de una estructura firme y bien asentada: una estructura que comienza por la propia familia. Quien no es capaz de encontrar tiempo para estar con los suyos, para cuidar de los problemas y necesidades de los que tiene más cerca, difícilmente podrá liderar un gran proyecto empresarial.

Firmeza y Decisión

Cuando Michael Corleone cree que una medida es la adecuada para alcanzar sus objetivos, la toma por encima de cualquier consecuencia, ya sea ordenar la muerte de su propio hermano o desafiar a un hombre con frialdad: “Algunas personas pagarían mucho dinero por esa información, pero entonces su hija perdería a un padre en lugar de ganar un esposo”, le dice al que termina siendo su suegro.

Un buen consejero

El consigliere Tom Hagen primero, el abogado y asesor financiero B.J. Harrison después, incluso el guardaespaldas y más tarde segundo de la familia, Al Neri... Tanto Vito como Michael Corleone siempre cuentan con alguien a su lado con quien comentar sus preocupaciones y consultar decisiones. Ellos son quienes deciden en último término, siempre de manera inquebrantable, pero eso no impide que quieran escuchar la valoración de sus hombres de confianza.

El arte de delegar

Tanto Vito Corleone como su hijo han llevado a cabo personalmente en sus comienzos trabajos físicos, como cualquier otro principiante. Pero a medida que van ganando relevancia y responsabilidad, se centran cada vez más en labores de gestión y toma de decisiones, sabiendo rodearse del personal necesario, en todos los niveles del escalafón, como para poder delegar cuantas acciones sean necesarias.

Una red de influencias

Una de las posesiones más preciadas de los Corleone es su red de contactos. Policías, jueces, políticos... Más allá de los sobornos, la familia se ha ganado la lealtad de aquéllos gracias a acuerdos tácitos para restringir sus negocios a determinadas acciones delictivas. Poseer esa red es una de las grandes ambiciones de sus enemigos, que están incluso dispuestos a desatar una guerra. Pero los Corleone saben que deben cuidar sus contactos si quieren seguir beneficiándose del poder que ostentan.

Objetivos y estrategias

Hay que tener claro qué se quiere conseguir para adoptar las medidas justas para lograrlo. En el caso de los Corleone, la obsesión de Don Vito es el bienestar y la seguridad de su familia, y en ningún caso se deja tentar por propuestas tentadoras que se apartan de ese objetivo o que incluso podrían entorpecerlo. Cuando Michael se ve forzado a tomar el puesto de su padre, hereda también los objetivos de éste, que en ningún caso eran los suyos antes de entrar en el negocio familiar. La consecuencia directa será que algunas de sus estrategias, aun estando bien definidas, terminan por alcanzar fines dispares.

Siempre cerca de la competencia

“Ten cerca a tus amigos, pero aún más cerca a tus enemigos”, recuerda Michael en la segunda película, evocando uno de los muchos consejos que recibió de su padre. Cuanto más distantes nos encontremos de las empresas rivales, más ajenos a sus políticas, éxitos y fracasos, más difícil resultará conocer cuáles son sus puntos fuertes y flacos, y por tanto más complicado será elaborar estrategias destinadas a triunfar por encima de ellos. Esto permite además identificar más fácilmente posibles maniobras agresivas o de mayor riesgo para el negocio.

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