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27 Junio de 2018 09.34

Las preocupantes estadísticas de corrupción en gastos de salud fueron el tema clave sobre el cual debatieron los directivos de Johnson & Johnson Medical Devices.

A un cuando en muchos países se recorrió mucho terreno en el camino para disminuir la corrupción e incrementar la transparencia de sus procesos, no cabe duda de que la prevalencia de actos de corrupción es todavía alarmante. Y cuando el foco se pone sobre determinadas áreas, es imposible no seguir experimentando asombro.

Hay cifras que despabilan: las ineficiencias en los sistemas de salud, incluyendo temas de compliance, representan hasta un 30% del gasto en salud en el mundo. Estudios del Banco Mundial muestran que, en algunos países, hasta un 80% de los fondos de salud (no destinados a salarios) nunca llegan a las instituciones de salud por razones de corrupción. La falta de transparencia tiene además un impacto directo en la estabilidad de los países y en su capacidad de atraer inversión y de progresar.

“Si bien el costo económico es catastrófico, lo más importante es el costo para los millones de personas que, como consecuencia de esto, no tienen acceso a sistemas de salud eficientes o productos adecuados. La corrupción es la antítesis de lo que es tener un sistema de salud enfocado en el paciente; el resultado es grave y literalmente puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte”, subrayó Julieta Castañeda, gerente general de Johnson & Johnson Medical Devices para el Cono Sur.

Durante el bloque “Spotlight”, que también contó con la participación de Gastón Persichetti, director de Legales de Cono Sur de la compañía, el objetivo fue poner el foco en los mecanismos de transparencia que permiten un mejor uso de los recursos en cada paso de la cadena de valor del sistema de salud. “La corrupción existe en todos los países, y Argentina sin duda ha hecho avances”, aclaró Castañeda, y continuó: “De hecho, Argentina incrementó diez posiciones en el ranking de Transparencia Internacional 2018. Todavía hay un camino importante por recorrer, pero soy optimista”.

Sostuvo además que la discusión sobre mejores mecanismos de transparencia que ayuden a combatir la corrupción debe estar también en la mesa donde se están discutiendo diversas temáticas vinculadas a mejorar el sistema de salud, su acceso y su cobertura. Entre los gastos por ineficiencias o corrupción entran una serie de prácticas que dañan al sistema en general y que van desde medicamentos que se prescriben erróneamente hasta la provisión de dispositivos médicos inadecuados, como prótesis de baja calidad o innecesarias. Esto genera desvíos de fondos y jaquea la sustentabilidad de un sistema ya desafiado.

Como cierre, los ejecutivos hicieron un llamado a todos los actores del sistema de salud a diseñar herramientas para fomentar la ética y el cumplimiento, como lo hizo su propia compañía, que hace ya 75 años se rige por un conjunto de prácticas de ética y transparencia englobadas en su documento institucional CREDO. “Lo más importante es asegurar su cumplimiento”, concluyeron.

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