Es el país más poblado de África y el séptimo del mundo. Desde 2014, tiene el PBI más alto del continente y se lo considera una potencia cultural.

En 2014 superó a Sudáfrica en el ranking de las economías africanas, una noticia más o menos inesperada en el mundo de los negocios. Su crecimiento se basa principalmente en el petróleo, cuyo desarrollo hace alrededor de 50 años significó un cambio de paradigma. Tras la crisis de 2008 y 2009, recuperó la fuerza y su sector bancario se recapitalizó. Fue un punto de inflexión para el crecimiento económico, impulsado por la agricultura, los servicios y las telecomunicaciones. Sin embargo, sus niveles de pobreza se mantienen altos: rondan el 60%. Los déficits se basan en la falta de infraestructura, políticas comerciales restrictivas, un sistema judicial con poca eficiencia y corrupción generalizada. Esto motivó que la producción de petróleo tendiera a la baja. De hecho, cae desde 2012 y no recibe grandes inversiones. Como parte de la caída de precios internacionales, Nigeria entró en recesión en 2016. Sin embargo, las perspectivas a mediano plazo son positivas.

PBI: US$ 405.000 millones

Evolución PBI:

- 1,6%

PBI per cápita:

US$ 2.200

Balanza comercial / PBI:

0,7%

Población:

190,6 millones

Deuda pública / PBI:

14%

Desempleo: 

13,4%

Inflación:

15,7%

Invadido por holandeses y portugueses (el puerto de Lagos, por ejemplo), el territorio nigeriano terminó consolidándose como colonia británica a mediados del siglo XIX (el idioma oficial, es el inglés). El control fue más pronunciado en el sur, donde hoy la mayoría de la población es cristiana. El norte se mantuvo musulmán y ambas regiones explican hoy la principal tensión política del país, independientemente de las 500 etnias que conviven allí. Quizás su máxima expresión sea la actuación del grupo terrorista Boko Haram, famoso por los secuestros masivos de mujeres.

Políticamente, la inestabilidad y la violencia marcó tanto el proceso independista en los años 60 como los años sucesivos. La democracia plena, luego de sucesivas dictaduras, llegó recién con el nuevo milenio. Su presidente desde 2015 se llama Muhammadu Buhari, cuestionado por su participación en los gobiernos militares de Nigeria.

El puerto de Lagos es el centro cultural y económico del país y su crecimiento ha sido especialmente notorio desde que dejó de ser la capital, en 1991 (Abuja lo es ahora). Allí están radicados los principales bancos, las compañías petroleras y también las pujantes compañías tecnológicas africanas, que en Lagos compiten con el llamado "Silicon Savannah" de Nairobi, en Kenia.

El fútbol es una más entre las expresiones culturales de la riqueza de Nigeria. Allí nació Fela Kuti, el principal referente del Afrobeat, y allí también se produce el cine de "Nollywood", que mira toda África. Volviendo al mundo de la pelota, desde los 90 con figuras como Kanu, Jay-Jay Okocha, Taribo West o Daniel Amokachi, ha demostrado ser una fuerza sólida y tenaz del planeta fútbol. Hoy, Ahmed Musa, John Obi Mikel y Victor Moses conducen el equipo que hasta hace pocas horas fue la salvación de la selección argentina. Confiamos en que no sea, también, su condena.