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Negocios
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05 Marzo de 2018 16.11

El mercado brasileño automotriz se reactivó con fuerza y tracciona la industria local. Pero Pablo Di Si, presidente de VW en la región, advierte sobre el proceso electoral. De todos modos, asegura que “lo mejor está por venir”.

Pablo Di Si no conoce de soft landings: proveniente de otra empresa, y luego de 11 años fuera del país, asumió al frente del equipo de Volkswagen en 2014, el peor año de la industria automotriz en Argentina. Por supuesto, semejante desembarco le dejó un recuerdo imborrable: “El mercado cayó ese año un 35%, y mi primera semana tuve que aumentar el precio un 20%. Cortamos las líneas de crédito un 40% y perdí 4 puntos de market share. Ese fue mi primer mes”. El trance parece haber sido superado con éxito ya que, dos años más tarde, el ejecutivo asumió como presidente y CEO de lo que en la empresa alemana denominan región SAM: América del Sur, Central y Caribe. Esa sigla incluye, por supuesto, el gigantesco mercado de Brasil, donde hoy tiene silla el primer argentino en liderar la compañía en la región. Otra vez lo esperaba un aterrizaje turbulento: 2016 no solo fue un año de caída de producción en Argentina, sino también de gran retracción en el país vecino. Pero, como diría Macri, al menos para el sector lo peor sí ya pasó. Y, según Di Si, “lo mejor está por venir”. Por lo pronto, el mes pasado la producción de autos creció un 63%, impulsada por un aumento de las exportaciones del 49%, lo que obliga a revisar constantemente las proyecciones, esta vez hacia la suba. Tanto que, además de la inversión de US$ 650 millones anunciada el año pasado por la automotriz alemana, antes de fin de año se oficializará un desembolso adicional por US$ 200 millones para producir cajas de cambio.

La reactivación en Brasil despejó todo el panorama.El año pasado fue la primera vez en muchos años que el mercado en Brasil creció un 9%. Ya los primeros diez días de este año el mercado había crecido un 21% interanual, y VW en Brasil creció un 44%. Con lo cual desde principios de año tuvimos percepción de que este es fuerte. Soy muy optimista en la situación de Brasil, obviamente es un año electoral?

¿Qué impacto tiene ese proceso, incentiva el consumo o genera demasiada incertidumbréPara la economía es positivo, pero como yo me quemé con leche le tengo respeto a Brasil por su volatilidad. Hay un tema que es que no hay un candidato claro, no voy a entrar en la parte política, pero es un tema para considerar. Nosotros vamos a adaptarnos con quien sea, cumplimos con las reglas del país. Pero hay que preparar a la empresa para esa posible volatilidad.

Para el CEO de VW, los problemas de Argentina conforman “un campo minado en el que se tiene que ir de a poco”.

¿Cómo repercute eso en ArgentináY, repercuté Vamos a ser optimistas. Tengo dos escenarios. Como soy optimista, ya pedí más autos de Argentina a Brasil. Y es todo positivo.

¿Cuántos autos más pedistéMínimo 1.000 además del plan que ya teníamos; es un 40% más de producción con respecto al año pasado.

¿Cuánto crecerá el mercado interno este añóYo creo que Argentina va a crecer entre un 10% y un 15%. Puede ser que sea un año récord; con esto creo que Brasil va a traccionar y eso va a llevar a Argentina a producir más y absorber más autos de Brasil, porque es un círculo virtuoso. No son economías que están separadas.

Entiendo que ahora vienen los buenos tiempos y las quejas por la baja competitividad o la presión impositiva amainan, pero intuyo que esos problemas siguen ahí.Primero no es queja. Hicimos un estudio con una consultora de renombre.

El que dice que México es un 65% más competitivóSí. ¿Cuánto volumen más podría producir en Argentina si pudiera exportarles a México, Ecuador, Perú, donde sea, pagando 100 cuando pagamos 3.000? Es una carga tributaria que heredó el Gobierno y que no es ni siquiera del anterior: es de hace 20 o 30 años. Viene de arrastre.

¿Qué impacto están notando de la reforma tributariáLo importante es no poner el foco en los impuestos sobre la producción y sobre la comercialización. Es un cambio brutal en la forma de pensar y en la forma en que está escrito el código tributario de Argentina. Brasil es lo mismo, y todavía es más complejo. Al ponerle carga tributaria a la producción están paralizando el trabajo. Y cuando te comparás con países como México ves que tienen un costo tributario menor y son más eficientes. Te doy un ejemplo: en México, cuando importan autos, viene el barco y pasan todos; cuando llega el barco el fiscal mexicano puede inspeccionar el 100%; puede, pero no lo hace. Y se quedan de dos a tres días en la playa. Aquí están de dos a tres semanas.

A la inversión por US$ 650 millones anunciada en 2017 se le sumarán otros US$ 200 millones.

Y te cobran.De todo. En Zárate vienen los autos, bajan, se revisa uno a uno, cuando llueve no se trabajá El decreto del Gobierno es un avance para reducir este tiempo burocrático que tenemos desde hace décadas (N. de la R.: en alusión al megadecreto que incluye 140 modificaciones a leyes y normas firmado por Macri en enero). Imaginate que tenés capital de giro parado en el puerto tres semanas.

En ese contexto, ¿cómo convencés a la casa matriz de que siga invirtiendo en nuevos proyectos en ArgentináLo logramos gracias a la mejora de productividad que alcanzamos. No es de un día para el otro, fue un proceso. Hubo que ganarse la credibilidad.

¿Qué mejora de productividad lograron aun sin la no-nata reforma laboral?Lo primero fue un entendimiento entre VW y el sindicato. Estoy hablando de febrero de 2016. Éramos muy improductivos y fuimos mejorándolo, no con acciones de ir a Marte, sino que identificamos cuellos de botella y nos fijamos cuáles eran las ideas del sindicato y cuáles las de la empresa, cuáles las de los trabajadores? E implementamos un plan con resultados.

¿Qué resultados?Estábamos en 280 autos por día, lo llevamos a 350, y ahora pasarán a 380. La fórmula es la misma: el diálogo. No fueron ideas revolucionarias sino micromejoras que surgieron de la constancia, la disciplina, el compromisó Es la pelota que va creciendo.

Las inversiones en el sector son a largo plazo. ¿Qué les hace pensar que en los próximos 10 años el país va a estar mejor?Argentina no puede cerrar todos los problemas de una vez. Los problemas son serios, de inflación, de déficit fiscal. Pienso que el Gobierno está haciendo un buen trabajo, paso a paso y con desbalances. Es un campo minado en el que se tiene que ir de a poco.

¿Cuál es el problema macroeconómico que más preocupáEl principal problema de Argentina es la inflación. El número uno. Hay que atacarla. El mercado argentino no es autosuficiente. Tenés que exportarle a alguien: cuando tenés inflación se la estás pasando al que lo compra, y el que te lo compra te dice: “¿Sabés qué? No te lo compro, se lo compro a China, o se lo compro a Rusia, a Mongolia o a quien sea”. Y el problema de la inflación es que se gasta más de lo que se recauda. La eficiencia del aparato público es otro tema, y no se puede hacer salvajemente, hay que hacerlo de forma paulatina.

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