¿Esa oferta laboral tan soñada no resultó ser lo que prometíá Mejor tarde que nunca: acá, las diez señales más inequívocas de que es hora de reiniciar la búsqueda profesional ¡lo antes posible!

Las señales

En tu primer día, la gente que debería darte la bienvenida no está lista para recibirte y no sabe qué hacer con vos.

Esa descripción de tu puesto tan emocionante y desafiante que te había contado tu nuevo jefe en la entrevista resultó ser imaginaria.

Tus responsabilidades reales son triviales, aburridas o difusas.

Tus nuevos compañeros de oficina odian su trabajo y no les importa demostrarlo.

Tu jefe se esconde en su despacho, evita las reuniones de equipo y/o solo interactúa con los empleados para discutir o humillarlos.

Tus nuevos compañeros no se llevan bien entre ellos y vos no sabés (o no querés) lidiar con la situación.

Nadie parece saber las prioridades de la compañía, y/o no hay conexión entre tu puesto y al menos un objetivo estratégico de la empresa.

Te das cuenta de que casi todo lo que te contaron en la entrevista previa a la contratación es mentira.

Tu jefe, que parecía tan interesado en vos durante el proceso de búsqueda, ahora te ignora y parece no importarle qué hacés ni cómo lo hacés.

Podés sentir una atmósfera negativa ni bien llegás a la oficina.

Cuando te despertás, tenés unos segundos de tranquilidad, ¡hasta que te acordás que tenés que ir a trabajar!