El triunfo de Jair Bolsonaro, quien superó en 10 puntos a Fernando Haddad en el ballotage, abre el camino a un nuevo Brasil. Las prioridades del próximo ministro de Hacienda, Paulo Guedes, son reducir el gasto y abrir la economía. ¿Qué efectos tendrá su política en Argentina y el resto de la regióñ

No es prioridad la Argentina. El Mercosur tampoco". En conferencia de prensa y visiblemente molesto por las preguntas de algunos periodistas argentinos, el principal asesor económico de Jair Bolsonaro habló ayer por la noche en Barra de Tijuca, luego del rotundo del Partido Social Liberal sobre el Partido de los Trabajadores. "El Mercosur es muy restrictivo", dijo Guedes. "Brasil quedó prisionero de alianzas ideológicas y eso es malo para la economía", continuó.

El gesto de complicidad que Jair Bolsonaro había mostrado hacia Mauricio Macri días atrás (habló de "una alianza óptima") quedó desdibujado con las declaraciones de Guedes, para quien la prioridad número 1 es achicar el Estado brasileño, empezando por una reforma del sistema previsional. El "antibolivarianismo" del nuevo Gobierno brasileño compite con el liderazgo regional que intentó Mauricio Macri durante los dos primeros años de su mandato y cuyo principal logro, además de los dos acuerdos con el FMI (sostenidos en gran medida por Estados Unidos), es la reunión del G20 a realizarse en diciembre.

La deblilidad económica, política e institucional de Michel Temer le cedió a la Argentina un protagonismo quizás exagerado respecto del peso de su economía. Los ojos del mundo hoy están puestos en el hombre que combina conservadurismo y nacionalismo extremos en términos políticos con aperturismo y desregulación económica. Una primera señal de este nuevo rumbo es la bolsa de valores, que ya opera un 5% arriba en el pre-market.

Al menos en lo inmediato, todo indica que la economía brasileña va a crecer (se pronostica más de 2% para 2019). Y aquello tendrá un efecto de doble filo en la Argentina. Por un lado, empujará por inercia el volumen de comercio del complejo agroindustrial y de la industria automotriz, las dos principales poleas de transmisión entre ambas economías. Pero por otro, ambas podrían verse afectadas si la estrategia de Brasil es crecer por fuera de la región. Los acuerdos con la Unión Europea serán el primer escenario de esta disyuntiva. Las declaraciones de Guedes no son un buen indicio.